"Guste más o menos la figura de Puigdemont, es antidemocrático que se persiga a la gente por un referéndum".
Así se ha pronunciado Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, sobre el ex president de la Generalitat fugado.
El republicano ha concedido una entrevista en el diario 'El País', donde ha reconocido que el procés de 2017 "no ha servido de nada", ya que "quienes han estado en la cárcel no han dejado de pensar como pensaban, y los que les votaban no han dejado de votarles". (Puigdemont, cual Napoleón, irrumpe en Francia para pregonar el imperialismo catalán)
Sin embargo, Rufián demuestra su poco apego por el fugado de Waterloo, asegurando que, en su lugar, el republicano se "hubiera quedado" a responder por sus actos independentistas del 1-O.
"Desobediencia" para conseguir la independencia
"En ERC prima decidir sobre la autodeterminación"ha asegurado Rufián sobre el rumbo a seguir de su partido en los próximos meses, en los que tendrá que negociar, entre otras cosas, los Presupuestos Generales del Estado. (Puigdemont se 'alía' con Joan Laporta para recuperar el control político del Barça)
Negociaciones en las que el republicano tiene claro que "las banderas no curan ni dan de comer", por lo que cree que ERC tendrá que trabajar por esa gente que les "vota por cuestiones sociales".
Cuestiones sociales entre las que Rufián destaca la desobediencia civil como un método efectivo para conseguir los objetivos sociales estipulados.
"Muchos logros sociales, como la jornada de ocho horas o el voto femenino se lograron con desobediencia civil, no porque un político los regalase" ha ejemplificado el republicano en la entrevista.
Así pues, asegura que la ruptura de la legalidad en 2017 provocada por Puigdemont y los líderes independentistas se produjo porque el independentismo llevaba "40 años esperando a que el semáforo" se pusiera en verde. (Si España no es una democracia, ¿por qué la 'tiparraca' Marta Madrenas puede decir barbaridades como ésta?)
"Cuando llevas 40 años esperando a que el semáforo se ponga en verde te ganas el derecho a saltártelo" defiende el republicano, aunque reconoce que "lo ideal hubiera sido negociarlo", tal y como pretende hacer ahora con el gobierno socialcomunista.