Ciudades inteligentes: ¿qué son y cómo funcionan?

La tecnología avanza y sale de los límites de nuestros hogares para envolver las ciudades donde vivimos

28 de Marzo de 2022
Ciudades inteligentes: ¿qué son y cómo funcionan?
Ciudades inteligentes: ¿qué son y cómo funcionan?

La evolución de la tecnología es cada día más sorpresiva, y los límites de lo imposible se rompen una y otra vez. Una de las tendencias más asentadas en gran parte de Europa es la de las ciudades inteligentes o smart cities por su nombre en inglés. Con estas modificaciones al diseño urbano de nuestras ciudades, se prometen muchos avances tecnológicos y unas mejoras nunca antes vistas en nuestra calidad de vida como urbanitas y habitantes en una ciudad inteligente. Pero, ¿qué es una ciudad inteligente?

Unión de tecnología y hormigón

Las ciudades inteligentes son la mezcla perfecta entre la más avanzada tecnología y el entorno clásico de la gran ciudad. Gracias a una elevadísima cantidad de sensores colocados en las zonas estratégicas y más importantes de un entorno urbano, una smart city podría ponerse en marcha con una conexión a Internet. La red de redes es una herramienta fundamental, pues sin ella las conexiones Wi-Fi que mantienen en funcionamiento todos los sensores y cámaras que son los ojos y oídos de una ciudad inteligente quedan desconectados. 

Aunque este concepto pueda sonar muy lejano al momento histórico en el que nos encontramos, algunas pruebas ya se están afianzando en capitales europeas y en ciudades de un tamaño bastante alejado de las grandes metrópolis que suponen ciudades como El Cairo, Tokio o Delhi. La tecnología de sensores se maneja en un área de efecto reducida a pesar de su hiperconectividad y sus avanzados sistemas de percepción y diferenciación de estímulos recibidos desde el exterior. Esta precisión a la hora de percibir los sucesos que ocurren las calles de una ciudad inteligente es la clave y la diferencia entre una vida salvada o una gran catástrofe.

Estos sensores, los ojos y oídos de una smart city pueden estar ubicados prácticamente en cualquier elemento del mobiliario urbano, como los árboles que están plantados en las calles o en las cámaras de seguridad ancladas a las paredes de tiendas y negocios situados en cualquier barrio.

Sensores polivalentes

La importancia de estos sensores radica en su capacidad para ver y oír con una precisión milimétrica y tomar las decisiones más adecuadas en tiempo real para prevenir mayores desastres o remediar una situación adversa. Con una velocidad asombrosa de conexión a Internet y la posibilidad de emitir cualquier tipo de alerta para avisar a las autoridades, las ciduades inteligentes son un paso más en la protección de los ciudadanos que habitan en los entornos urbanos. 

Una de las aplicaciones de estos sensores es el control de las luces de las farolas, que regularán la potencia e intensidad de la luz emitida por este elemento del mobiliario urbano en función de la climatología o del momento del día en el que se encuentre la ciudad: si el cielo está excesivamente encapotado o es de noche, una smart city determina, a través de la tecnología de sus sensores, cuál es el momento exacto para encender las farolas. Además, con las imágenes que recibe, también calcula la intensidad de la luz que debe emitir a través de las farolas, para ajustarse a la condición que desea paliar: no es necesaria la misma cantidad de luz en un ambiente nocturno que en un día con cielo encapotado y nublado.

Pero estos sensores también son capaces de salvar vidas. A través de las cámaras de última tecnología con las que están conectados, los sensores de una smart city pueden detectar sucesos como una agresión, una caída, un accidente o un infarto en plena calle. Ante todas estas situaciones, los sensores rápidamente envían una alerta especializada a los servicios de emergencia indicando la dirección y el posible estado del incidente con el que se pueden encontrar. Esta tecnología, refinada y aplicada correctamente en entornos urbanos, puede resultar capital para reducir la mortalidad en, por ejemplo, atropellos en la vía pública.

Privacidad: un lujo escaso hoy en día

La implantación de las ciudades inteligentes tienen una larga lista de beneficios, como salvar vidas o incluso detener un atraco a una tienda. Sin embargo, la instalación de sensores y cámaras que vigilan todos nuestros movimientos cuando salimos a la calle, siempre persiguiendo todos nuestros gestos, no es una rutina a la que muchas personas puedan llegar a acostumbrarse. Las posibles vulnerabilidades de la red Wi-Fi que sostiene todos los sistemas de una smart city es solo otra de las preocupaciones de sus principales creadores, quienes luchan también por eliminar cualquier recelo acerca de los límites de la privacidad y la intimidad que tan avanzados sensores brindan a escena en el caso de que nuestras ciudades transicionen hacia el futuro y acaben convirtiéndose en ciudades inteligentes.