"Ciudadanos no puede ser la alfombra del sanchismo y sus socios"

La exdiputada Sandra Julià es la última deserción de Ciudadanos y se suelta el pelo contra Arrimadas y la actual situación de un partido que estudia cambiar su nombre

"Ciudadanos no puede ser la alfombra del sanchismo y sus socios"
"Ciudadanos no puede ser la alfombra del sanchismo y sus socios"

Sandra Julià, que fue diputada de Ciudadanos por Castellón de 2016 a 2019. Ahora, ya desvinculada del partido naranja, ha acusado a Inés Arrimadas de convertir a Ciudadanos en "la alfombra del sanchismo y sus socios" y de apartar de las decisiones de poder a los que "no son palmeros".

Las críticas de Julià son el último capítulo de un ambiente de crispación que se vive en el partido tras los reveses encadenados en los últimos meses ante las urnas.

"No somos la alfombra del sanchismo y sus socios"

Julià perdió su condición de diputada en las elecciones de noviembre de 2019, cuando Ciudadanos se quedó con sólo diez escaños, lo que provocó la dimisión de Albert Rivera.

Y se ha ido de Ciudadanos porque: "no somos la alfombra del Sanchismo y sus socios", "no apoyo apartar a personas competentes por no ser palmeros" y "no apoyo culpar a afiliados/votantes de los propios errores de la líder y su equipo".

Julià acusa a Arrimadas y a sus fieles de haber "conseguido acabar" con el partido en el último año: "A día de hoy, no reconozco al único partido en el que he limitado. Habéis tirado por la borda todos los esfuerzos de simpatizantes, militantes, cargos orgánicos y electos", ha dicho.

Julià muestra sus preferencias por Albert Rivera, por su "visión política increíble y un liderazgo innato que cohesionó a personas que pensaban diferente a través de unos valores claros y un proyecto de país. Ahora mismo, ni yo misma entiendo qué o a quién estamos defendiendo", y acusa a Arrimadas de ignorar a los diputados que perdieron el acta en las últimas elecciones generales.

"Puede que Arrimadas no estuviera preparada para esto"

Y le echa en cara a Inés Arrimadas que no supo capitalizar el apoyo que recibió de las bases del partido: "Te entregamos la confianza y el apoyo de nuestros equipos para engrandecer más nuestro proyecto. Pero, por desgracia, habéis destruido de un plumazo toda la estructura y los valores del partido, lo cual costó sacrificio, esfuerzo y muchos kilómetros ¿Cuál ha sido vuestro problema? La venganza contra aquellos que no aplaudimos todas tus decisiones o el desconocimiento absoluto de tu propio partido".

Julià lamenta que en Cs se ha "apartado a cientos de personas competentes, profesionales y fundacionales del proyecto sin ninguna razón y se han saltado las decisiones votadas y aprobadas por los afiliados y despreciado el inmenso trabajo de algunos sin apenas conocerlos".

Y reprocha al nuevo partido:  "Habéis perdido a grandes compañeros en vuestro sectario camino de la mano de Pedro Sánchez y su banda". Julià añade en su carta a Arrimadas: "Puede que no estuvieras preparada para ostentar tan enorme responsabilidad", y la culpa de cometer errores, "uno detrás de otro". Y no acepta la excusa de la "herencia recibida" de Rivera o de la culpa a los electores por no votar a Cs; "todo, salvo la dimisión de aquellos que urdieron la automoción de censura de Murcia", añadiendo que un líder siempre debe "dar la cara".

¿Cambio de nombre?

Y mientras se mantiene el goteo constante de fugas y dimisiones en Ciudadanos, la dirección busca soluciones para para la sangría que ha dejado los 7.000 militantes inscritos en Madrid en abril de 2019 en sólo 2.300. 

Una de ellas pasaría por cambiar el nombre del partido, según apunta El Español, porque "la marca está quemada"