El Rey Juan Carlos I anunció su renuncia al trono en favor de su hijo Felipe VI en junio de 2014, y aquel mes quedó señalado para siempre en la vida política española.
Como estaba previsto, el momento de transición de un rey a otro iba a ser aprovechado por los partidos de extrema izquierda y partidos separatistas para derrocar a la monarquía e instaurar una república.
Para hacer efectiva la abdicación del Rey emérito y que Felipe VI heredara el trono, era necesario un pleno para votar esa ley en el Congreso de los diputados.
Como era de esperar, los representantes de los partidos abiertamente antimonárquicos utilizaron su intervención para atacar abiertamente a la monarquia, calificándola de inútil y de represiva.
Mientras el diputado de Izquierda Plural (ahora Izquierda Unida), Cayo Lara, intervenía desde la tribuna, los diputados de su grupo parlamentario sacaron carteles que mostraban el lema "Referéndum ya", los diputados de la derecha se indignaron y los abucheos no cesaban y el Presidente tuvo que llamar al orden y calmar los ánimos.
Por otro lado, el diputado de Amaiur (ahora Bildu), acusó a la monarquía de tener una actitud represiva contra el pueblo vasco y pidió una república para el País Vasco y sacó una ikurriña de su chaqueta.
Y el que, sin duda, más lejos llegó, fue el diputado de ERC, ALfred Bosch, que durante su intervención habló en catalán para declarar "la independencia de la República Catalana"