Kiko Rivera está siendo el protagonista de un nuevo serial que está arrastrando a lo bestia su imagen por el suelo, después de que decidiera perdonar las traiciones de Isabel Pantoja y empezara a cargar contra los medios de comunicación para defender su decisión. Ahora es su mujer la señalada como autora de una nueva puñalada al DJ, ya que en Sálvame ha salido a la luz el precio que exigía Kiko para acudir a Sábado Deluxe a contar su versión de lo sucedido en las últimas dos semanas.
Belén Esteban fue la encargada de hacer pública la cantidad que Kiko Rivera exigió para sentarse en el plató del Deluxe: "Que diga la verdad: a él le llaman y dice que viene. Y pide dinero, me parece muy bien lo que pide si se lo dan. Pero la producción del programa cree que es excesivo. Que no diga 'dejadme de llamar', cuando tú quieres venir por un precio. Pidió 60.000 euros. Me parece muy bien, pero que no vayas en contra", espetó Belén, muy alterada por el comportamiento de Kiko.
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Rafa Mora intentó rebatir esta afirmación de su compañera, pero la de Paracuellos fue muy clara: "Yo cuando hablo, hablo porque sé. No me lo invento", aseguró Belén, contundente y muy convencida de que su información era buena.
Rápidamente se han despertado las suspicacias sobre la manera en que Belén Esteban ha podido descubrir esta información, que no manejaban el resto de colaboradores. Esto supone que no ha sido cosa de la dirección del Deluxe ni de la productora, sino que Belén conocía este dato de primera mano por otra persona. ¿Quién puede ser esa persona que conocía la información y tiene tan buena relación con la 'princesa del pueblo'? Evidentemente, surge el nombre de Irene Rosales.
La dignidad de Kiko Rivera está en venta
Kiko Rivera se puso muy digno dando a entender que no quiere volver a los platós y que va a alejarse del mundo de la prensa rosa, pero eso es algo que no se cree ni él mismo. De hecho, de ser cierto lo contado por Belén Esteban estamos hablando de que la dignidad del DJ tiene precio: 60.000 euros. Y también de que incluso su mujer está dispuesta a venderla 'gratis'.
Y es que todo apunta a que Irene Rosales es quien dio el chivatazo a Belén Esteban sobre esa cantidad exigida por Kiko Rivera para ir al Deluxe.
La misma Irene que mandó callar a su marido en pleno arrebato contra los medios en directo en sus redes sociales. La mujer de Kiko está harta de su actitud y no habría tenido reparos en contribuir a su humillación pública con la publicación de un dato que sonroja.
Tanto en Sálvame como en el resto de medios de comunicación saben que Kiko Rivera volverá a hablar cuando considere que la cifra merece la pena, pero el hecho de que su propia esposa haya podido dejarle por el suelo llama poderosamente la atención, sobre todo si tenemos en cuenta que en las últimas semanas ha vuelto a haber rumores sobre posibles infidelidades del DJ.