El actor estadounidense Channing Tatum se ha convertido en uno de los grandes reclamos de Hollywood. Ha sido protagonista de varias películas de éxito aunque no todo es positivo en la carrera profesional del popular actor como el propio Channing Tatum ha confirmado en una reciente entrevista.
En una entrevista, el actor estadounidense ha querido contar cuál fue su peor experiencia en la gran pantalla, que salió mal desde el principio de las grabaciones. Se trata de ‘El destino de Júpiter’, que llegó a los cines en 2015 como una película destinada a ser un taquillazo pero que se quedó en eso.
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Dirigida por las hermanas Wachowski, quienes brillaron con ‘Matrix’, y con la participación de otras grandes estrellas como Mila Kunis y Eddie Redmayne, la película defraudó al público y también al elenco de actores que participaron. Ninguno quedó satisfecho con el resultado del film.
Tatum se puso en la piel de Caine, un exmilitar genéticamente modificado que viaja hasta la Tierra para encontrar a Júpiter, una mujer que nació bajo el cielo de la noche y que estaba destinada a hacer grandes cosas. Una trama para la que invirtieron 176 millones de dólares. Desde el propio rodaje se vio que no iba a ser el exitazo que esperaban.
"Hice cuatro películas seguidas sin tiempo libre. No fui tan bueno como quería ser en esas dos últimas películas porque no tenía energía", ha comenzado su discurso Channing Tatum, que ha reconocido que en el año 2015 trabajó más de lo que su cuerpo podía soportar y que terminó el año agotado.
Eso sí, el actor estadounidense Channing Tatum ha añadido que la citada película fue la peor de su carrera profesional con mucha diferencia y que desde el primer momento se veía que no iba a salir bien. "'El destino de Júpiter' fue una pesadilla desde el mismo momento en el que me involucré".
Todo el elenco terminó agotado
Channing Tatum no fue el único que acabó exhausto de rodar la película. El resto de compañeros con los que compartió set de rodaje también terminó de la misma forma que él. "Era una película de trámite. Todos estuvimos dando el callo durante siete meses, rompiéndonos la espalda. Fue algo muy duro".
Durante siete meses, los actores estuvieron grabando una película con un presupuesto millonario y sin apenas descanso. A todo eso hay que añadir que la película no estaba cumpliendo con las expectativas de ninguno de los actores que formaban parte del reparto y, por lo tanto, se hizo más cuesta arriba.