Las refinerías europeas están reduciendo las compras de petróleo de Irán, cerrando la puerta a una quinta parte de las exportaciones de crudo de los miembros de la OPEP después de que Estados Unidos impuso sanciones a Teherán, dijeron fuentes de la compañía y de comercio.
Aunque los gobiernos europeos no han seguido a Washington creando nuevas sanciones, los bancos, las aseguradoras y los transportistas están cortando gradualmente los lazos con Irán bajo la presión de las restricciones estadounidenses, lo que hace que el comercio con Teherán sea complicado y arriesgado.
El 4 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su decisión de renunciar a un acuerdo nuclear histórico de 2015 entre Irán y las potencias mundiales y volvió a imponer sanciones a Teherán. Las sanciones al sector petrolero de Irán entrarán en vigencia después de un "período de desaceleración" de 180 días que finaliza este domingo, 4 de noviembre.
La decisión de estas petroleras se suma a la postura adoptada por decenas de compañías europeas que decidieron hace meses dejar sus negocios en Irán después de que en agosto pasado entrara en vigor el primer paquete de sanciones de la Administración Trump, que incluían las transacciones financieras con ese país, las importaciones de oro y otras materias primas, y la venta de automóviles y aviones comerciales.
"No podemos desafiar a los Estados Unidos", dijo una fuente de alto rango en Italia, que opera la refinería Sarroch de 300.000 barriles por día (bpd) en Cerdeña. Están determinando cuál es la mejor manera de detener su compra de petróleo iraní dentro de los 180 días permitidos", dijo la fuente, y agregó: "Aún no está claro qué puede hacer la administración de los Estados Unidos, pero en la práctica podemos meternos en problemas".