"En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme..." comenzaba Miguel de Cervantes su obra más representantiva, las aventuras de Don Quijote de la Mancha. Unas aventuras que quizás no tienen origen en un lugar conocido de la geografía española, pero que, sin embargo, sí tienen lugar en una ciudad muy especial y querida para el escritor: Barcelona.
Un lugar que, a través de su personaje, Cervantes describe como un "archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única".
Un cariño especial del escritor a la Ciudad Condal que desde Ciudadanos se buscaba honrar, presentando una iniciativa ante el Gobierno de Ada Colau para colocar una estatua homenaje a Don Quijote en la playa de la Barceloneta, "donde acaban las andanzas del ingenioso hidalgo de la Mancha".
Una propuesta de los de Inés Arrimadas que era tumbada con los votos de ERC, PSC y los Comunes, generando el enfado y la indignación, no sólo entre las filas naranjas, sino también del Ministerio de Cultura y Deporte, en manos de Miquel Iceta, que no ha dudado en asegurar que esta decisión es una "vergüenza".
"Cervantes es un patrimonio increíble para todos los españoles pero, particularmente, para los barceloneses. Si uno lee 'El Quijote', verá que una de las ciudades que salen mejor paradas, a la que Cervantes manifiesta una simpatía especial, es Barcelona; por lo tanto, nos parece una catetada" ha criticado el ministro, muy molesto con la decisión.
Ada Colau vuelve a fallar a los barceloneses
"Que una ciudad, nada menos como Barcelona, su Ayuntamiento, no esté de acuerdo en celebrar la figura de Cervantes, nos parece increíble y un disparate" ha concluido el ministro, remarcando que es una "vergüenza" que semejante patrimonio cultural sea rechazado por algunos partidos políticos, incluso por aquel que él mismo lideró.
Una "vergüenza" que no sólo supone el rechazo de los partidos de izquierda a una importante parte de la cultura de la Ciudad Condal, y de España, sino que también supone una importante pérdida de un proyecto que mezclaría la cultura con el turismo; y es que, tal y como señalaba la formación naranja, Barcelona podría acaparar un nuevo turismo cultural a través de la figura de Cervantes, atractiva tanto a nivel nacional como internacional.
Posibilidad ahora imposible después del rechazo del Ayuntamiento de Colau a la propuesta de Ciudadanos, que a su vez, vuelve a consolidarse como un nuevo 'error' de la alcaldesa hacia la población de la Ciudad Condal, la cual, según los sondeos, podría estar cansada de las "catetadas" de Colau, a la que no apoyarían en unos nuevos comicios.
Y es que a este rechazo del Quijote se suman otras polémicas decisiones de la alcaldesa que, no sólo han frenado el ritmo económico de Barcelona, sino que la han convertido en una ciudad inhóspita para el turismo y para sus ciudadanos, con índices históricos de violencia, suciedad, inmigración ilegal, independentismo, etc.