El joven, a pesar de estar atemorizado, ha decidido presentar ocho años después una querella contra el agente tras enterarse de su implicación en el caso Linares, con un discurso desgarrador.
El caso Linares, centrado en la agresión de dos policías nacionales a un padre y una hija en una terraza de un bar de Linares el pasado mes de febrero, ha dado un nuevo giro de cara a los tribunales.
Y es que uno de los dos agentes implicados, que responde a las siglas M.F.N., ha sido reconocido por un joven a través de unas fotografías que circulan en las redes sociales como su agresor sexual hace ocho años, cuando era menor de edad y aún no había comenzado su proceso de cambio de sexo.
Tal y como el joven ha relatado, conoció al Policía Nacional cuando apenas contaba con 16 años a través de Facebook, donde comenzaron a chatear, hasta que se citaron en una casa familiar, donde tuvieron relaciones sexuales consentidas.
Sin embargo, todo cambió en la segunda cita, donde el joven reconoce haber sufrido una dura violación, en la que el miedo fue el principal protagonista.
Un discurso desgarrador, ocho años después de la agresión
Aquel día, según la versión del querellante, el agente decidió, sin su consentimiento, esposarla, con los brazos detrás de la espalda, y proceder a abusar sexualmente de ella, teniendo aún puesto el uniforme de trabajo, e introduciéndole la porra reglamentaria por el ano.
En su desgarrador relato, el joven de 24 años ha explicado cómo el policía "sacó su pistola y se la puso en el pecho, y la fue subiendo poco a poco hasta introducírsela en la boca, lo que provocó que aumentara su intenso miedo, que se acrecentó aún más cuando el presunto agresor le dijo que no se asustara, pues el arma, aunque cargada, tenía el seguro puesto".
Después, según las declaraciones que aparecen en lamarea.com, el hombre introdujo la pistola en la vagina de la menor, a pesar del miedo y la negativa de ésta.
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Palabras que llegan después de ocho años de silencio, en los que el joven ha asegurado necesitar la ayuda de psicólogos para superar el trauma provocado por el policía. Y es que, a pesar de seguir atemorizado por lo sucedido, el joven ha decidido ahora querellarse contra el Policía Nacional, evitando así que los hechos vuelvan a suceder.
"No existe otra motivación para el inicio de cualquier acción de carácter judicial" asegura la querella "que el hecho mismo de que pueda hacerse justicia y de que su caso evite de algún modo que se repitan hechos similares, y anime a las victimas de los mismos a denunciar".