El caso Azud arrancaba en 2017 para estudiar supuestos delitos de cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y tráfico de influencias que se habrían realizado, en años anteriores, por el Ayuntamiento de Valencia.
Así pues, se investigan las presuntas mordidas del Ayuntamiento valenciano con facturas falsas que varias empresas habrían realizado, a modo de justificación de adjudicación de obra pública, con el organismo regional.
Unas mordidas que, en una primera fase del procedimiento, se vincularon con la gestión de la popular Rita Barberá, deteniéndose al abogado José María Corbín, cuñado de Barberá, y al letrado Diego Elum.
Abascal le reclama a Ayuso para Vox la presidencia de Madrid
Ahora, sin embargo, en una segunda fase de la operación, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha detenido a 14 personas más, relacionadas con la presunta trama de corrupción urbanística.
Entre los detenidos se encuentra Rafael Rubio, ex vicealcalde de la capital en la etapa del gobierno de los populares, y mano derecha del ministro José Luis Ábalos en la delegación del Gobierno; un puesto al que accedió de la mano del ministro, a pesar de estar siendo ya investigado por contrataciones irregulares durante su etapa en la Diputación valenciana.
Ábalos mantiene su silencio respecto a la corrupción valenciana
Como si el caso Azud no le afectara directamente, el ministro de Transportes se ha hecho el sorprendido ante los medios de comunicación, asegurando "no comprender" la implicación de su colaborador y mano derecha en el caso de las mordidas valencianas.
Sánchez, el rey del decreto: van 90 y donde dije 'digo' digo 'Diego'
Así mismo, el socialista ha asegurado que toda la trama, a su parecer, es un caso ligado a los tiempos de la popular Barberá, sin encontrar vinculación alguna con los socialistas.
Explicaciones que, sin embargo, no han sido suficientes para frenar la investigación de la UCO, que este viernes, continuaba con los registros en el marco de la operación Azud.