Pablo Casado utiliza a Isabel Díaz Ayuso como trampolín para echar a Sánchez y preparar su asalto a La Moncloa.
Pablo Casado tiene prisa por desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa y pretende utilizar los resultados, presumiblemente favorables en la Comunidad de Madrid, para preparar su asalto a La Moncloa.
Ya está metido de lleno en su gran objetivo poniendo a trabajar a su alto mando en el día siguiente a las elecciones madrileñas para preparar una estrategia que le permita rentabilizar de inmediato los resultados de Díaz Ayuso. La estrategia pasa por no perder ni un minuto y transmitir al electorado español que existe una alternativa a Pedro Sánchez, una opción real.
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Los datos que maneja la cúpula del PP hablan de que Isabel Díaz Ayuso doblará sus últimos resultados, que arrojaron una cifra de 30 escaños, y que estará cerca de conseguir la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid (69 escaños).
Recuperar La Moncloa para el PP
Estos resultados darán fuerza al papel de Casado como oposición en España después de los reveses en las elecciones vascas y catalanas. Madrid tiene que ser el punto de partida para que el PP vuelva a tener un presidente en La Moncloa y toda la estrategia política del partido va a estar enfocada en esta dirección.
Casado entiende que saldrá de las elecciones de Madrid con un empate técnico con Pedro Sánchez a nivel nacional que tiene que aprovechar para decantar la balanza a su favor haciendo valer el concepto de "cambio de ciclo" en España tras el punto de inflexión que supuso el triunfo en Murcia y después en Madrid. El PP tiene que ser el partido de futuro, la alternativa ante un gobierno en coalición con la izquierda radical y con los independentistas que ya da muestras de agotamiento.
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El PP va a redoblar sus esfuerzos para acabar con el sanchismo: "Nadie cree ya al Gobierno ni espera nada de este Gobierno y en cuanto Pedro Sánchez decida convocar elecciones estoy convencido de que le ganaremos", ha dicho Pablo Casado en las últimas horas.
A partir del 5 de mayo el PP se pondrá en modo precampaña para las generales con la esperanza de que el Gobierno de Sánchez, que va de error en error, no sea capaz de agotar la legislatura, mientras el PP consolida su función de gobierno alternativo ante el electorado.