Pablo Casado ha efectuado un giro radical en su discurso de cara a las elecciones catalanas. Se ha suavizado en busca del voto perdido que las encuestas le dan a Vox. Y ha dado un giro de moderación en su mensaje para evitar tener que competir con Vox en radicalismo.
Ahora Casado se muestra contrario a las cargas policiales ordenadas por el Gobierno de Rajoy el 1-O de 2017 y afirma que no compareció como portavoz del PP en esa época porque estaba en desacuerdo con los métodos empleados por el Gobierno de Rajoy. Casado busca el voto centrista y moderado catalán para repuntar en las encuestas.
Casado muestra su oposición a Rajoy y las cargas policiales del 1-O
El presidente del PP ha asegurado este martes que "decidió" personalmente no comparecer ante los medios el 1 de octubre de 2017 como portavoz del partido por estar en desacuerdo con el método usado por el Gobierno para hacer frente a la celebración del referéndum.
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"Lo que se estaba viendo en la televisión era algo que, en mi opinión, se tenía que haber evitado", ha afirmado Casado en una entrevista en Rac1.
Preguntado sobre si se refería explícitamente a las cargas policiales, ha insistido que se tenían que haber evitado y ha comparado el malestar por la actuación policial --que, ha sostenido, se expresó públicamente en los días posteriores-- con el que le produjeron los disturbios por la sentencia del proceso soberanista: "Eso lo dijimos todos esa misma semana; ni ésas ni las del 1 de octubre de después, incendiando Cataluña en plena campaña electoral de las generales".
"Debió intervenir un juez antes"
El líder popular ha dicho que no podía negar que la votación se estaba produciendo, pese a no ser válida: "Ni estaba de acuerdo con los que estaban diciendo que se estaba votando en unas elecciones homologables, porque eso no eran unas elecciones homologables; ni estaba de acuerdo con los que decían que ahí no se estaba votando".
Casado ha apuntado que se debería haber evitado lo sucedido ese día con anterioridad: desde el punto de vista judicial, ha dicho, un juez debería haber actuado antes de esa mañana; y desde el punto de vista político, ha afirmado que "se hizo mal" la formación del primer tripartito con el Pacto del Tinell, la elaboración del Estatut y el tránsito de CiU hacia el independentismo.
El 1 de octubre de 2017 compareció el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, arropado, entre otros, por su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros Alfonso Dastis e Íñigo Méndez de Vigo; desde los partidos hablaron los líderes del PSOE, Pedro Sánchez; Podemos, Pablo Iglesias; Cs, Albert Rivera, y varias voces del PNV, entre las cuales el 'lehendakari' Íñigo Urkullu.