Carles Puigdemont ya no quiere ser catalán y solicitará la nacionalidad belga

El miedo a ser condenado por sus delitos independentistas hace que el ex president se niegue a volver a España.

Carles Puigdemont ya no quiere ser catalán y solicitará la nacionalidad belga
Carles Puigdemont ya no quiere ser catalán y solicitará la nacionalidad belga

Carles Puigdemont sigue defendiendo la necesidad de convertir a Cataluña en una nación independiente y autónoma... desde Waterloo, donde se encuentra fugado de la Justicia desde el desafío secesionista de 2017.

Lugar en el que permanece como eurodiputado electo del Parlamento europeo, pese a no contar con la inmunidad europarlamentaria, y pese a los constantes requerimientos de la Justicia española para que el secesionista responda por sus delitos en un tribunal.

Ada Colau terminó llorando en el aquelarre indepe de las Fiestas de Gracia

Así pues, Waterloo se ha convertido en la 'fortaleza' internacional del independentismo, siendo muchos los secesionistas reconocidos, como Oriol Junqueras, que han viajado hasta el lugar para reunirse con el ex president.

Una fortaleza que Carles Puigdemont se estaría planteando convertir en su hogar permanente, donde se siente a salvo de la repatriación, ya que la Justicia belga, hasta ahora, ha actuado en defensa de los intereses del secesionista, a pesar de los continuos requerimientos del juez Llarena.

No responderá por sus actos en España

Así pues, los rumores apuntan a que el expresident habría informado a su círculo más cercano de su intención de no volver a Cataluña, e incluso, de solicitar la nacionalidad belga.

Un plan que haría desestabilizar la posición de Carles Puigdemont como 'exiliado' del independentismo catalán, perdiendo la condición de líder secesionista, pero que le haría ser 'libre' de responder ante los tribunales españoles, convirtiéndose en un ciudadano belga en todo derecho.

Un panfleto subvencionado por Ximo Puig da lustre al imperialismo catalán con la isla de Tabarca

Y es que el mayor temor del ex president es tener que responder, como ya lo hiciera Oriol Junqueras, por los presuntos delitos cometidos durante la celebración y organización del 1-O, que contemplarían un delito de sedición e incluso de malversación de fondos públicos.