A pesar de haberse considerado, durante meses y gracias a la vacunación, que la pandemia del coronavirus estaba controlada a nivel nacional e internacional, el virus de Wuhan parece volver a ser una amenaza para la población española. En especial, dentro del territorio catalán, donde los casos de contagios han aumentado exponencialmente en los últimos días.
Una nueva ola de contagios que se suma en la autonomía catalana a una brutal crisis ideológica, estando los partidos políticos, incluso los de vertiente nacionalista, más enfrentados que nunca, asi como a una brutal crisis económica, provocada por las medidas impuestas contra el Covid-19, que ha puesto en peligro la economía de miles de hogares catalanes desde 2020.
Los fantoches indepes intentan resucitar el procés provocando la aplicación del 155
Contexto de crisis económica, social y sanitaria que, sin embargo, parecen no afectar a Carles Puigdemont quien, desde su refugio de Waterloo, sigue actuando al margen de la realidad de los ciudadanos catalanes, fantaseando sobre la República independendiente de Cataluña.
Una fantasía que ha querido ampliar este mes de noviembre, con la creación del 'BOC', el Boletín Oficial del Consejo por la República Catalana, plagiando el sentido del Boletín Oficial del Estado (español), según sus propios intereses independentistas.
Sentido 'oficial' del Consell per la República
"El BOC es el medio de publicación oficial de las normas, las disposiciones de carácter general, los acuerdos, las resoluciones, los edictos, las notificaciones, los anuncios y los demás actos de la Administración del Consejo por la República, a fin de que produzcan los efectos jurídicos correspondientes" explica el organismo de Puigdemont.
Así pues, el ex president no duda en confirmar públicamente que su gran interés es convertir al Consell per la República en una suerte de administración paralela catalana, con toques internacionales, buscando con este BOC oficializar las fantasías defendidas desde el Consell.
"El BOC se publica [...] con carácter oficial y auténtico, de forma universal y gratuita" añaden desde el organismo, insistiendo en la idea de convertir estas publicaciones en unas nuevas 'directrices' para el indpendentismo.
Un independentismo cada vez más fracturado, sin que haya comunicación entre los principales partidos secesionistas, ni entre el movimiento nacionalista y la ciudadanía catalana, cada vez más hastiada al comprobar que, independientemente del contexto económico o social que atraviesen, los principales líderes catalanes sólo piensan en seguir manteniendo sus chiringuitos independentistas gracias al bolsillo de los contribuyentes.