El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont empleó términos bélicos contra España este sábado ante el independentismo desde Perpiñán (Francia), llamando a preparar la "lucha definitiva".
Lo hizo en el acto organizado por el Consell per la República, junto con la ANC y Òmnium Cultural, en el Parque de las Exposiciones de Perpiñán, que congregó a unas 200.000 personas --según la organización-- que enarbolaban senyeras, 'esteladas' y que han coreado canciones como la 'Estaca'. Entre gritos de 'president', Puigdemont cerró el acto abogando por preparar "la lucha definitiva" en un discurso en el que reivindicó la legitimidad del 1-O, en la misma línea que los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí.
Puigdemont fue recibido entre vítores y aplausos por parte de los miles de personas que no pudieron acceder al recinto y siguieron el acto desde sus alrededores --algunos, sobre uno de los puentes que cruzan el río Tet--. (Las dos falacias del fugado Puigdemont en Perpiñán).
En un contexto en el que las relaciones entre JxCat y ERC no pasan su mejor momento, el mensaje enviado en un vídeo con la voz del líder republicano, Oriol Junqueras, no fue bien recibido por parte de los presentes, que silbaron cuando ha reivindicado que han forzado al Estado a negociar.
División independentista
La más reticente sobre esta cuestión fue Ponsatí, que en su intervención pidió no dejarse "embaucar por fotos de mesas y diálogos de engañifa" --lo que el público aplaudió--, y Comín, que acusó al Estado de no respetar los derechos más elementales. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, también envió un vídeo en el que "pide acabar con debates internos y tener claro el adversario a vencer", en referencia al Estado. Una clara muestra de la división indepe.
La portavoz de ERC en el Parlament, Anna Caula, encabezó la delegación de los republicanos en el acto de Perpiñán, en el que también estaba el diputado y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, y el vicesecretario general de Vertebración Territorial, Isaac Peraire.
Desde JxCat, la delegación estaba encabezada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, así como todos los consellers del espacio político, y por el expresidente catalán Artur Mas, que días atrás anunció que acudiría para "apoyar" a Puigdemont. (La Generalitat devuelve el favor a la jueza que ha liberado a los presos golpistas)
Ante la división del independentismo, las llamadas a la unidad llegaron sobre todo por parte de los presos independentistas de JxCat, que en mensajes grabados apelaron a "actuar a la una" para derrotar al Estado. Aunque la CUP rechazó acudir al acto porque auguraba "ciertos partidismos", sí lo hizo uno de sus sectores, Poble Lliure, encabezado por su portavoz, Guillem Fuster, --forma parte del Consell per la República-- que reivindicó la importancia de estar en Perpiñán en solidaridad con los presos independentistas.
50.000 personas arriba o abajo
Como organizadores, el Consell per la República calificó de "éxito rotundo" la asistencia al acto, que al inicio del acto habían cifrado en 150.000 personas y a su cierre en 200.000. Conducido por las actrices Lloll Bertran y Carme Sansa, el acto empezó con una hora de retraso y fue interrumpido en varias ocasiones por desmayos de personas que tuvieron ser atendidas por los servicios sanitarios. Además de los discursos, durante el acto actuaron los cantautores Roger Mas, Lluís Llach y Gerard Jacquet, además de la colla de Castellers de Vilafranca.