Camilo José Cela y la insólita y gloriosa hazaña del 'cipote de Archidona'

El surrealista encuentro sexual que el Premio Nobel español plasmó en un libro

22 de Febrero de 2021
Camilo José Cela y la insólita y gloriosa hazaña del 'cipote de Archidona'
Camilo José Cela y la insólita y gloriosa hazaña del 'cipote de Archidona'

Una noche de octubre de 1971 tuvo lugar en la localidad malagueña de Archidona un incidente sexual que rápidamente se convirtió en escándalo.

Dos jóvenes dieron rienda suelta a su pasión y la masturbación terminó en los tribunales.

Y es que dos espectadores fueron salpicados de semen y reclamaron unos desperfectos valorados en más de 5.000 pesetas.

La anécdota fascinó a Camilo José Cela, que plasmó lo sucedido en su libro ‘La insólita y gloriosa hazaña del Cipote de Archidona’ (Editorial Tusquets, 1977).

El poeta malagueño Alfonso Canales informó al Premio Nobel español de lo sucedido, y Cela quedó impresionado por la potencia de la eyaculación del mozo.

La correspondencia entre Canales y Cela es una parte central del libro.

Lo ocurrido también inspiró una película durante la década de los 70.

La fogosa pareja fue condenada por escándalo público a dos meses de arresto y una multa de 10.000 pesetas.

La explicación de Alfonso Canales a Camilo José Cela

“La cosa ha acaecido en Archidona, muy cerca de donde se halla la célebre Peña de los Enamorados. Una pareja -no consta que fueran novios formales- se encontraban en el cine, deleitándose con la contemplación de un filme musical. La música o las imágenes debían ser un tanto excitantes, porque a ella, según tiene declarado, le dio -no sabe cómo- el volunto de asirle a él en la parte más sensible de su físico. El cateto debía ser consentidor, pues nada opuso a los vehementes deseos de su prójima... Según parece, el manipulado, hombre robusto por demás, era tan virgen como López Rodó o, al menos, llevaba mucho tiempo domeñando sus instintos. El caso es que, en arribando al trance de la meneanza, vomitó por aquel caño tal cantidad de su hombría, y con tanta fuerza, que más parecía botella de champán, si no géiser de Islandia. Los espectadores de la fila trasera, y aun de la más posterior, viéronse sorprendidos con una lluvia jupiterina, no precisamente de oro. Aquel maná caía en pautados chaparrones, sin que pareciera que fuese a escampar nunca...”, explicaba Canales.

La respuesta de Camilo José Cela:

“¡Bendito sea Dios todopoderoso, que nos permite la contemporaneidad con estos cipotes preconciliares y sus riadas y aun cataratas fluyentes! Amén ¡Viva España!... Te ruego que transmitas a la Excma. Diputación Provincial de Málaga mi propuesta de que le sea atribuido un homenaje de ámbito nacional al dueño de la herramienta, honra y prez de la patria y espejo de patriotas. Podría levantarse en su honor un monolito granítico con una farola en la punta del haba -el falofaro de Archidona visible desde las costas de África-; podrían editarse tarjetas postales y fabricarse cipotillos de solapa; podría incluirse la contemplación de tanta gloriosa prepotencia en el programa de los cursos de verano para extranjeros...”.

Cela y la insólita y gloriosa hazaña del 'cipote de Archidona'