Después de que Iniesta pronunciara las míticas palabras "soy del Real Madrid a todo poder" cuando era un niño y acabara siendo una leyenda del FC Barcelona, cabe esperar cualquier cosa. Hasta que Pedri sea capaz de decir que no quería jugar en el Real Madrid, cuando se llevó el berrinche de su vida el día que fue descartado por el club blanco.
El Real Madrid le rechazó con 15 años y ahora que parece haber encajado en el FC Barcelona intenta hacer ver que no le gustaba el club blanco. ¿Rencor, estupidez? No sabemos muy bien a qué se deben las últimas palabras del canario, que han desatado toda una oleada de cachondeo entre los trabajadores de la cantera del Real Madrid, según ha podido saber DonDiario.
"Al principio esos días que fui allí me miraba el escudo cuando me puse esa equipación y sabía que algo no iba bien, pero bueno, al final tuve la suerte de acabar en el equipo que quiero", aseguró Pedri a Rac1.
Fuentes consultadas por este medio admiten que las declaraciones de Pedri han causado al mismo tiempo estupor y risas. Y es que recuerdan que Pedri se fue destrozado de Valdebebas cuando el Real Madrid decidió rechazarle: "Lloró como una magdalena", nos aseguran varias personas que trabajan en la cantera madridista. Admiten que es lo normal en cualquier niño, pero llama la atención que ahora Pedri diga estas bobadas.
Pedri, un barcelonista muy peculiar
Es cierto que el padre de Pedri es presidente de una peña barcelonista de Tenerife, fundada por su abuelo. Su familia es culé, nadie lo niega. Pero hay ciertas cosas que resulta ridículo decir.
Si el Real Madrid le hubiera querido en su momento, toda esta palabrería barata que pronuncia ahora habría quedado en anécdota. De hecho, tanto para él como para su familia fue una gran desilusión que el Madrid no le quisiera.
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que Pedri se marchó de vuelta a Las Palmas muy decepcionado por no haber pasado el corte. Un culé de pura cepa ni se habría presentado a las pruebas.
Ahora puede decir misa, pero si el Real Madrid le hubiera querido posiblemente ahora estaría vistiendo la camiseta blanca que tanta impresión le causó ponerse aquellos días que pasó en Valdebebas... Tonterías las justas.