La primera reunión de la Mesa del Congreso para debatir el futuro de los presos parlamentarios de acuerdo a la ley fue de lo más agresiva y acalorada según explica OK Diario.
Hubo gritos, descalificaciones y ataques de los miembros del PSOE y Podemos a los representantes, de la derecha, en minoría. PSOE y Podemos apostaban por dilatar la suspensión de los presos como diputados. PP y Ciudadanos mostraron su negativa y exigieron una decisión inmediata.
Según la misma fuente, la reunión duró casi tres horas y acabó imponiéndose la voluntad de PSOE y Podemos de solicitar un informe a los servicios jurídicos del Congreso para convocar con su opinión la reunión de hoy a las doce y media.
Discrepancia por el momento de ejecutar la suspensión
La cuestión ya no es la suspensión de los políticos separatistas presos, que parece obvia, sino el momento de ejecutarla, una decisión que está en manos de la Mesa del Congreso después de que el Tribunal Supremo le pasara la pelota inhibiéndose del asunto.
El Tribunal Supremo no quiso traspasar la peligrosa línea roja que mezcla el poder judicial con el legislativo y consideró que se trata de un tema política que debe ser resuelto por los cauces políticos. Aunque también la Fiscalía presionó para que se produzca la suspensión de los presos como diputados de forma inmediata.
Lo que después expuso Meritxell Batet, intentando ofrecer una impresión de unanimidad en la Mesa, no se corresponde con la realidad. Y la decisión final de dilatar el tema y programar una nueva reunión para hoy obedece exclusivamente al criterio del PSOE y de Podemos.
La composición de la Mesa