El pasado lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, admitió que había vetado al presidente Quim Torra su asistencia a la reunión de la Unión por la Mediterránea (UPM).
Esta reunión tendrá lugar en Barcelona, y Borrell ha querido eliminar a Torra de la lista de invitados para "no darle un escenario que manche el buen nombre de España".
Este jueves, el gabinete del presidente catalán ha publicado el discurso que tenía previsto decir el mandamás de la Generalitat en el caso de que su asistencia no hubiera sido vetada.
En él se habla de forma explícita del 1-0, del conflicto político de Cataluña y pide abiertamente la libertad de los presos políticos.
El discurso
"Los tiempos actuales son, sin duda, complejos alrededor de la Mediterránea. Cataluña mismo ha tenido su parte de luchas políticas y ha sido protagonista durante los doce últimos meses", empieza el discurso de Quim Torra, contextualizando un poco la situación.
Torra también denuncia que varios de los miembros del antiguo Gobierno i algunos líderes sociales se encuentran en prisión preventiva o en el exilio. "A los antiguos miembros del Gobierno de Cataluña los imputaron falsos cargos de violencia, rebelión y sedición".
El presidente catalán no se ha olvidado sacar el tema de la violencia policíaca ordenada por el ejecutivo español en el 1-0, y apunta que el movimiento independentista continuará apostando por la movilización pacífica: "Hoy, nuestro Gobierno, se compromete a continuar con esta lucha, no violenta, para la autodeterminación y cumplirla en sintonía con la voluntad democrática de los ciudadanos catalanes".
Por último, una cosa que para nada sorprende, pide a la comunidad de la Mediterránea que les eche una mano con una posible mediación.
"Ponemos el diálogo y la cooperación a la vanguardia de las relaciones euro mediterráneas como medio para llegar a soluciones, tal como lo hemos hecho en el pasado y, sin duda, lo haremos en el futuro".