El Tribunal Constitucional (TC) celebró su segundo pleno bajo la presidencia de Pedro González-Trevijano para asentar su nuevas reglamentaciones sobre las recusaciones de sus magistrados. El plan del día tenía como uno de sus puntos principales el último recurso presentado por Carles Puigdemont con el objetivo de paralizar a la institución. Bofetada a los intereses del principal promotor del 1 de Octubre.
El expresidente de la Generalitat se encuentra todavía prófugo de justicia nacional tras lo vivido en Cataluña años atrás, cuando por medio de un referéndum ilegal lideró uno de los episodios más vergonzosos de la historia de la política de la Comunidad Autónoma. Desde entonces no ha dejado de buscar entorpecer los mecanismos de la justicia para juzgarle a el y su círculo por el ‘proces’.
Tocado y hundido: Margarita Robles deja en ridículo a Pablo Iglesias en su particular batalla
Carles Puigdemont viene buscando la manera de apartar de las deliberaciones de los recursos pendientes del 'procés' a Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, aunque sus esfuerzos siguen sin encontrar resultados. Se han rechazado en el pleno los recursos presentados por el líder independentista, acusando “atemporalidad” en la presentación de estos.
Arnaldo y Espejel van a participar en la resolución de todos los recursos pendientes. Entre estos recordamos que todavía se encuentran las sentencias del Tribunal Supremo a Oriol Junqueras, Dolors Bassa y Joaquim Forn, piezas claves equipo de trabajo de Carles Puigdemont en el pasado.
Van a seguir siendo 10 los magistrados que tengan que tomar decisiones en estas causas que persiguen a los escuderos del líder independentista. Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez se apartaron de manera voluntaria tras ser recusados antes del cambio de doctrina en el cuerpo central del TC.
Los argumentos del TC
El pleno tiene en claro que Puigdemont tenía como fecha límite para presentar sus últimos recursos la fecha en la que se publicase el BOE donde se anunciaría el nombramiento de los jueces. El ex presidente de la Generalitat no solo falló en su último intento de entorpecer la justicia, sino que ni siquiera lo hizo dentro de un marco legal vigente.
Sumado a esto, el TC apunta que los recursos debían ser presentados de forma genérica, con escritos idénticos y que no podían existir argumentos de vinculación de la causas de recusación en relación con el objeto del proceso. De nuevo, las ‘armas’ de Puigdemont tenían balas de fogueo ante la justicia nacional.
Joe Biden se pasa a los insultos después de ningunear a Sánchez: "Estúpido hijo de perra"
“La necesaria pluralidad de perspectivas jurídicas que confluyen en sus deliberaciones y decisiones, en estrecha correspondencia con el pluralismo político… esto constituye una seña de su propia identidad, y no un condicionamiento negativo que afecte a su imparcialidad", se reafirman desde el Tribunal Constitucional.
Carles Puigdemont seguirá sin poder paralizar al TC en su intento por evitar que la justicia siga indagando sobre el ‘Proces’. El expresidente de la Generalitat tendrá casi imposible regresar a España bajo este contexto sin tener que ser juzgado por lo ocurrido ese 1 de octubre de 2017.