No sabemos si la fantasía de la “república” puede afectar tan gravemente a la consciencia de un individuo. Sí es más habitual la pérdida de memoria selectiva y la manipulación de la historia.
El nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, ha realizado un cálculo del número de empresas que han salido y entrado en Cataluña después del “butifarrendum”. El resultado es cero.
“No se ha marchado ninguna empresa de la región”. Simplemente acepta que “hay 4.500 direcciones postales cambiadas, pero las empresas que se han ido son, hasta donde yo sé, cero”.
La ignorancia es uno de los adjetivos que mejor le describen
“La repercusión del cambio de direcciones postales ha sido prácticamente cero hasta ahora. No sé si a la larga será mayor”. No quiere ver la realidad. Su radicalismo le ciega y no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Y sigue en su mundo de fantasía:” es mentira que se hayan marchado 4.500 empresas de Cataluña, desde 2008 se han registrado muchas más cambios de empresas, y aquel año no había procés”. Tiene que echar la vista atrás 11 años para intentar salvar lo que pasó en menos de 1.
Loco por el prófugo Puigdemont y la independencia
Joan Canadell es, según el fundador de la plataforma Tabarnia, Jaume Vives, un “cerebrito”. Lo primero que hizo el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona es ir a ver al responsable de la fuga de empresas a la mansión de Waterloo. Ese gesto ya dice mucho de por donde irán sus políticas económicas. Ese es el nivel.
Pero por si había alguna duda, Canadell, uno de los fanáticos del lazo amarillo, lo confirma abiertamente: “el plan es que los empresarios acompañen en la construcción de una nueva república”. “Tampoco debe existir un consenso del 50%. Lo dirán los técnicos”.