Todos los madridistas están tremendamente ilusionados por lo que se viene la próxima temporada. La llegada de Mbappé garantiza un salto de calidad en el equipo y avecina una de las sociedades más temibles de Europa, con Benzema, Mbappé y Vinicius aterrorizando equipos.
Los dos delanteros galos son los más ilusionados por su posible unión este verano. Desde que coincidieron por primera vez en la selección en la Eurocopa del 2021, los dos jugadores han forjado una gran relación de amistad que se ha trasladado en el campo a una de las mejores sociedades atacantes del mundo. El año que viene, en el Real Madrid, volverán a estar junto y el deseo de los dos es no pisarse el uno al otro y retroalimentarse para crecer aún más.
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Trato con los penaltis
Uno de los principales puntos de discusión entre los pesos pesados de un vestuario suelen ser los lanzamientos de penalti. Por lo general, el jugador con más galones y experiencia es el encargado de las penas máximas, como ocurría con Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos anteriormente. Ahora, Benzema es el que se ocupa de tirar los penaltis y así seguirá siendo.
Benzema y Mbappé han charlado sobre esta cuestión para el año que viene y han llegado a un pacto de mutuo acuerdo. Mbappé respetará la veteranía de Benzema y le dejará la mayoría de los lanzamientos.
El actual 9 del Real Madrid ha demostrado ser prácticamente infalible desde los 11 metros. Esta temporada ha anotado todos sus lanzamientos salvo uno y aspira a pelear por la Bota de Oro con otros grandes goleadores de Europa como Lewandowski. Si Benzema quiere seguir compitiendo por ser el máximo goleador necesita seguir siendo el principal lanzador de penaltis.
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Excepciones
Sin embargo, Benzema no quiere ser un tirano con los penaltis y es consciente que su compañero muchas veces será merecedor de lanzar la pena máxima. Los dos han acordado que Mbappé tendrá también ocasiones de penalti, aunque Benzema seguirá siendo el principal lanzador.
Los dos delanteros quieren que su combinación funcione y ninguno de los dos va a quejarse por un trato preferente a un compañero. Saben que todo funciona bien, el éxito está prácticamente garantizado, y esa es la mayor aspiración de ambos. El madridismo se frota las manos y ya cuenta las horas para que sea oficial la llegada del nuevo galáctico del Real Madrid.