Parece que el Gobierno de Pedro Sánchez no ha sido el único al que han timado a la hora de comprar material sanitario.
Bélgica, que tanto ha criticado a España, ha comprado 100.000 máscaras bucales FFP2.
Eran unas máscaras oficialmente de China.
El ministro flamenco de Bienestar Wouter Beke anunció la entrega de las máscaras.
Unas horas más tarde llegaba la sorpresa cuando Dirk Dewolf, administrador de la Agencia Flamenca de Atención y Salud, advertía a los hospitales que las máscaras bucales eran inutilizables.
Sin la correspondiente etiqueta
"En ausencia de una etiqueta, parece aconsejable no usarla para el contacto directo con pacientes infecciosos de Covid-19", apuntaba Dewolf en un primer momento.
Posteriormente, descubrieron que las máscaras venían de Colombia y no de China.
Con heces de animales
Y lo peor de todo, llegaron en cajas de plátanos y maíz, saltándose todas las regulaciones.
Además, en numerosas cajas encontraron heces de animales.
"Tal vez todavía puedan ser utilizadas por el personal que no se pone en contacto con pacientes con coronavirus", declaró el portavoz de la Agencia de Salud, Joris Moonens.
La guerra por hacerse con material sanitario con la mayor rapidez posible parece que conlleva este tipo de timos, lamentablemente.