El Barça es así. Es cuestión de tradición. Si no fuera así no sería el Barça. En pleno parón de todo, cuando no pasa nada en ningún lado que no tenga que ver con la evolución de la pandemia de coronavirus, en el Camp Nou se organiza un terremoto de proporciones mayúsculas que amenaza con derribar los cimientos de una institución milenaria.
Golpe de estado desde el poder
Todavía no se han apagado los ecos del último escándalo, el del Barçagate, en el que Bartomeu empleó dinero del club para espiar a jugadores, exjugadores, ex directivos y entorno en su propio beneficio, y con la imagen en la retina del rapapolvo público de Leo Messi a la junta directiva por el tratamiento que habían ofrecido a los socios sobre el tema del recorte salarial de la plantilla, ahora nos encontramos ante un auténtico golpe de estado desde el poder. (Golpe de estado de Bartomeu en el Barça: Invita a sus directivos a largarse)
Bartomeu toma el mando absoluto y da satisfacción a Leo Messi ofreciéndole la cabeza de dos pesos pesados de su junta, Emili Rousaud y Quique Tombas, a los que no puede echar porque no se lo permiten los estatutos, pero sí degrada, como ha hecho, a la espera de ampliar la escabechina alcanzando a Josep Pont y Silvio Elías, herencia de Sandro Rosell en su junta. Todo en la misma línea que echó del Barça al exvicepresidente Xavier Faus, que tuvo la insolencia de cuestionar las mejoras de los contratos de Messi. Faus también fue invitado a largarse.
Por qué acepta el vicepresidente Rousaud convertirse en un florero
El vodevil promete emociones fuertes porque los directivos caídos en desgracia no tienen intención de dimitir, como desea Bartomeu. Fundamentalmente Rousaud, que era el candidato elegido para el continuismo de la actual junta en las elecciones que tendrán lugar el próximo verano. Rousaud sabe que desde dentro, no tiene obligacíon de avalar el 15% del presupuesto (150 millones de euros), algo que se exige a todos los aspirantes a la presidencia que lleguen de fuera. No será candidato continuista, porque ha rajado y se ha quedado descansado de Bartomeu y sus formas, pero será un candidato, "díscolo", que saldrá de esta directiva. (Florentino agrava la crisis económica del Barça y hunde en la miseria a Bartomeu)
Bartomeu, presionado por Messi y el nucleo duro del vestuario, ha degradado a Emili Rousaud (vicepresidente institucional) y Quique Tombas (vicepresidente económico y tesorero), apartándoles del centro del poder y reduciéndoles a figuras decorativas dentro de la directiva. Es su respuesta a lo que él considera una deslealtad hacia su persona. No es la primera que esto ocurre en la junta de Bartomeu. Algo parecido ocurrió con el exportavoz Toni Freixa.
Bartomeu estaba harto de las conspiraciones de su delfín
Se trata de los dos directivos más críticos con el modelo personalista que Bartomeu tiene de llevar el club. Al margen de Silvio Elias y Josep Pont, también se mueve en la órbita de Rousaud Maria Teixidor, la secretaria de la junta, aunque no parece que las secuelas de la revolución vayan a afectarle. Ambos no han ocultado su disconformidad con Bartomeu en las últimas reuniones de la junta. Y Bartomeu ya estaba harto de tener que luchar contra los elementos externos y, además, obligarse a lidiar con las conspiraciones internas.
La situación es especialmente dolorosa para Bartomeu porque Rousaud era su delfín y estaba llamado a sucederle en el club preparando desde dentro su candidatura para las elecciones presidenciales del próximo año a las que el actual presidente ya no puede presentarse. (Piqué, Busquets y Jordi Alba desafían a Bartomeu)
No quieren ser cómplices de la gestión de Bartomeu
Los ánimos en la junta estaban caldeados por la explosión de la bomba del Barçagate y por la patética planificación deportiva de Eric Abidal, colocado con calzador en el club por el propio Bartomeu. El cese de Valverde, el cabreo de Messi, el fichaje precipitado de Braithwaite... Mucbo material. Las reuniones de la directiva eran tumultuosas con agrios intercambios de reproches. En una de las últimas aseguran que Rousaud y Tombas le exigieron a Bartomeu que se echara a un lado y dimitiera, aunque ellos afirman que sólo le pidieron que adelantara las elecciones... lo que viene a ser lo mismo. Ellos querían seguir, pero entendían que como complices de la gestión de Bartomeu sus posibilidades de éxito en las elecciones se reducían considerablemente.
Celosos de la fe ciega que Bartomeu mantiene en su círculo de confianza (Òscar Grau, Abidal y Albert Soler), los "rebeldes" consiguieron la cabeza de Jaume Masferrer, el responsable del Barçagate, pero no era suficiente. Tenían prisa por mandar y no iban a parar hasta eliminar a Bartomeu, pero éste se les ha adelantado. De cualquier forma, los disidentes tienen serias dudas de que Masferrer, el maquiavélico ejecutor del espionaje organizado, esté fuera del club como asegura Bartomeu. «Nos dijo que Masferrer estaba suspendido de empleo y sueldo, no sé si está cobrando. Pero me sorprendió que el martes un directivo me dijera que Masferrer le llamó para preguntarle cosas. Quizás está asesorando al presidente, no lo sé», ha dicho Rousaud.
Irregularidades muy graves con las facturas
Y ahora, una vez descabalgado, Rousaud ha admitido irregularidades flagrantes en las facturas de I3Ventures en el caso del espionaje. "No es que lo tenga que decir la auditoría, es un hecho y ya sabemos que se fraccionaron facturas para evitar controles internos", ha admitido en la Cadena SER. Fueron seis facturas de 200.000 euros que no precisaron la firma de la comisión delegada de la entidad. El detalle precisamente fue negado por el administrador de I3 Ventures, Carles Ibáñez, que que afirmó que hubo una sola factura de 198.000 euros.
La situación será a partir de ahora muy tensa en la junta directiva de Bartomeu, dado que Rousaud no tiene intención de dimitir y acepta el papel de florero. Necesita llegar al 30 de junio de 2021 como directivo para esquivar la obligación de avalar con su patrimonio para presentar su candidatura. Rousaud ha acusado a Bartomeu de "poco valiente" y advierte que "no he tomado la decisión de dimitir ni quiero hacerlo. No es el momento para plantear esto en pleno confinamiento. Me llamó y me dijo que quería hacer una remodelación en la junta y tenía recelos con algunos directivos, entre ellos yo"
El topo del Barça
En el fondo, la degradación de Rousaud viene dada por la convicción de Bartomeu de que él era el topo que filtraba información confidencial a la prensa. Alejándole de la toma de decisiones se asegura la confidencialidad. "Me dijo que había filtraciones que molestaron a jugadores y que yo ponía en duda el trabajo de los ejecutivos. Le dije a Bartomeu que yo hablo con la prensa pero no filtro, y nunca he criticado a los jugadores". Bartomeu, por su parte, se quejó públicamente de que "desde dentro algunos hablan sin tener información". (Guardiola estalla contra Bartomeu y amenaza con sacar más trapos sucios del FC Barcelona: "No hables demasiado alto")
Algo ha conseguido Rousaud con todo este conflicto. Hasta hoy eran muy pocos los socios del Barça que conocían su nombre y estaban familiarizados con su imagen. Hoy todo el mundo sabe quien es. Algo que electoralmente tiene un rédito importante. Rousaud insiste en que le hace ilusión ser presidente del Barça , aunque admite que no podrá ser como candidato del continuismo: «Hay que ver si las condiciones son adecuadas. Una candidatura continuista de una Junta que no tuviera suficiente credibilidad, no tendría mucho sentido», ha dicho.