"Frente a lo que viene: unidad. Unidad para ser más eficaces. Unidad para ser el motor de la reactivación de toda España".
Estas palabras las pronunciaba, el pasado 15 de septiembre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso quien, desde el comienzo de la desescalada, ha asegurado que la capital española es y debe ser el motor y el centro de la reactivación económica del país después de la pandemia del coronavirus.
Una afirmación que volvía a hacer esta semana la popular, después de las restricciones impuestas unilateralmente por el Gobierno de Pedro Sánchez.
"No se puede aprovechar uno del miedo de la gente para imponer un pensamiento único" criticaba Ayuso "no solo se muere de Covid-19 [...] también de pandemia económica".
Y es que la presidenta madrileña ha apostado siempre, a pesar del rechazo del Ejecutivo central, por una estrategia contra el virus que contemple medida para preservar la actividad económica y el empleo. Medidas que, ahora, han sido apoyadas por expertos económicos.
Madrid, el centro del PIB nacional
La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), tal y como informaba este periódico, ha estipulado que las medidas impuestas por el Gobierno socialcomunista, suponen una pérdida semanal de 600 millones de euros. Esto supone una caída del PIB regional del 15%, y cerca del 0,2% del PIB nacional.
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Unos porcentajes que ahora han sido detallados por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que ha señalado que, actualmente, Madrid ostenta el 19,3% del PIB de España se genera en Madrid, superando a la siguiente comunidad productora, Cataluña, que se queda en un 19%.
Eso significa que casi un 20% del PIB nacional, concentrado en Madrid, se encuentra 'confinado' con las medidas de Pedro Sánchez, con unas restricciones de movilidad, horarios, aforos y contactos que hacen peligrar su continuidad.
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"Queremos trabajar y vivir, no solo sobrevivir" aseguraba esta semana Díaz Ayuso, poniendo voz a los comerciantes y empresarios madrileños, que sienten que la persecución a la Comunidad de Madrid que protagoniza Salvador Illa, y que pone en riesgo miles de puestos de trabajo y millones de euros en pérdidas, es producida por intereses políticos, y no sanitarios.
Algo que Ayuso defiende desde la primera desescalada, cuando la Comunidad de Madrid quedaba al margen del desconfinamiento debido al 'comité de expertos' que, finalmente, no resultó ser otro que la mano negra del Gobierno, que se cernía sobre los ciudadanos, y por ende, sobre la economía de la capital.