Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, Isabel Díaz Ayuso se ha convertido, no sólo en la gran esperanza internacional de la gestión frente al Covid, y la gran esperanza de los ciudadanos españoles, sino también en el particular azote de Pedro Sánchez... y del propio líder del Partido Popular, Pablo Casado.
Así pues, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidía personarse en las elecciones autonómicas del pasado 4 de mayo, ayudando personalmente al candidato socialista, intentando hundir a través de la propaganda a la candidata popular.
Un intento en el que fracasó, pero que supuso un antes y un después para el socialista, que mantiene su particular afrenta contra la Comunidad de Madrid, a la que priva de gran parte del dinero de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), así como de los fondos Covid, en 'castigo' por la osadía de Ayuso, a la vez que asegura que las calles madrileñas están rodeadas de "pobreza" por culpa del PP.
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Discurso que ya pocos se creen de Sánchez, ya que las pruebas, y los continuos reconocimientos que recibe la presidenta madrleña a nivel internacional, desmienten las acusaciones del socialista.
Reconocimientos que, a su vez, se han convertido en un peligro para el líder de la formación, Pablo Casado, que se ha visto en ocasiones 'eclipsado' por el protagonismo de la presidenta madrileña.
Sin embargo, ahora, ella misma ha reconocido en una entrevista con el diario 'La Razón', que su cabeza y su corazón están, de momento, centrados en la Comunidad de Madrid.
"Yo tengo un compromiso con los votantes del 4 de mayo, con los ciudadanos, de izquierda a derecha, que se han unido en madrid en torno a una forma de ver la vida. Que además han generado un sentimiento mágico. Más que mi carrera y mi proyección, quiero ver la proyección de Madrid, hasta dónde es capaz de llegar. Estamos en un momento único y quiero verlo" ha asegurado Ayuso, descartando dar el salto a la política nacional.
Un futuro que puede abrir muchas puertas
Pero este 'no' de Ayuso a la política nacional que tanto ha podido tranquilizar a Sánchez y Casado no es, ni mucho menos, un no definitivo a dar ese salto.
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Y es que, a pesar de que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha asegurado sentirse muy a gusto siendo la líder de su ciudad, lo cierto es que ha explicado que, al menos por ahora, su plan es estar un máximo de ocho años en la presidencia madrileña... sin dar más pistas sobre su futuro.
"Ocho años es un tiempo razonable. Es un propósito que tengo. Luego... la vida da mil vueltas" ha asegurado Ayuso, evitando cerrar la puerta a convertirse, en unos años, no sólo en la presidenta de todos los madrileños... si no también en la de todos los españoles.