Isabel Díaz Ayuso siempre se ha caracterizado por no contenerse a la hora de atizar al Gobierno de Pedro Sánchez y ser su principal oposión tanto dentro como fuera de nuestro país. La presidenta de la Comunidad de Madrid debe soportar la pesada carga de oponerse a los enemigos de España con tanta asiduidad como la que debería afrontar un verdadero líder de la oposición.
A pesar de la sustitución de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo al frente de la presidencia del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso sigue siendo la principal encargada de desmontar el Gobierno de Pedro Sánchez, prerrogativa por prerrogativa, intentando eliminar la mayor amenaza a la estabilidad y unidad de nuestra nación que jamás se haya visto desde la reanudación de la democracia en 1978.
Uno de los nuevos intentos de Sánchez de comprar votos para las próximas elecciones está resultando infructuoso en la Comunidad de Madrid, cuya presidenta es capaz de ver más allá de la maraña de mentiras y burdas manipulaciones tejidas por Sánchez y su insidioso Gobierno, que intentan repetir legislatura a toda costa conscientes de que su tiempo en La Moncloa es cuestión de meses y se acaba definitivamente.
La nueva iniciativa puesta en marcha por Sánchez son los 'cheque-votos', tal y como la propia presidenta los define. Este curioso nombre surge a raíz de la propuesta de Sánchez de que las Comunidades Autónomas financien los costes del transporte público que está sometido a su cuidado. El Gobierno parece haber predicado con el ejemplo, financiando la totalidad del coste de los billetes de Cercanías, Rodalías y Media Distancia para intentar combatir la galopante inflación que empieza a sufrir la economía española.
Pero esta estrategia, lejos de beneficiar a los españoles, supondría un aumento en los beneficios y los ingresos para las familias ricas del PSOE. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid profundizaba en esta idea en una comparecencia pública: "El cheque-voto no fuciona en la Comunidad de Madrid y esto es algo que parece que el Partido Socialista, como habla a los ciudadanos como niños, no quiere entender".
La posición de Isabel Díaz Ayuso no podría ser más clara respecto de este nuevo intento de Pedro Sánchez de comprar a nuevos votantes y asegurar a los ya enredados en la maraña de mentiras del líder del PSOE: los madrileños, siempre y cuando su presidenta pueda evitarlo, no caerán en la trampa del socio de los indepedentistas y comunistas que solo buscan destruir al país.
La líder del Partido Popular ha ido más allá en su rechazo de esta propuesta, a todas luces instrumental, de Pedro Sánchez: "Yo creo que el todo gratis es para quien se lo quiera creer. Todos los servicios públicos cuestan, cuestan un gran esfuerzo por parte del contribuyente y creo que también las familias ricas, como dice el Partido Socialista, se verían beneficiadas por el todo gratis de este transporte, así que a ver si tenemos un poco más de coherencia". Las duras palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid se ven reforzadas por una de las estadísticas que esta región ha conseguido mantener prácticamente desde el inicio del servicio de transporte público en la capital del país.
La Comunidad de Madrid es, actualmente, la provincia que mayor uso del transporte público tiene en toda España tal y como se ha encargado de recordar la propia Isabel Díaz Ayuso en la misma comparecencia en la que ha destrozado las ilusiones y las intenciones de Sánchez de comprar el voto de los españoles con una nueva medida que probablemente habrá seducido a otros presidentes regionales más incautos que la hábil gobernadora de la Comunidad de Madrid.
Isabel Díaz Ayuso también ha señalado la falta de necesidad de esta nueva medida propuesta a la desesperada por Sánchez: "El 60% ya está subvencionado por la Comunidad de Madrid, que tiene las tarifas congeladas desde hace 10 años , que tiene abonos especiales para mayores de 65 años, para jóvenes de menos de 26 años, que hemos unificado las tarifas beneficiando a más de medio millón de personas". Estos logros para sufragar gran parte del coste del transporte público de la Comunidad de Madrid deja sin efecto ni posibilidad de prosperar a la sugerencia de Sánchez, que ha intentado una vez más imponer su autoridad en un territorio donde sus ciudadanos reconocen que ese no es, de forma efectiva ya, su presidente, anticipándose así al final de la legislatura y al proceso de elecciones generales del año próximo.