Ha llegado el día. Este viernes, el FC Barcelona ha pagado en la sede de LaLiga el valor de la cláusula de rescisión de Antoine Griezmann: 120 millones de euros al contado.
El Atlético de Madrid, muy dolido por las malas artes del club azulgrana, se ha negado en redondo a aceptar un pago aplazado por el delantero francés, ni siquiera con una cifra superior a la que marca en su contrato la cláusula en cuestión. Y el Barça ha pasado por caja para pagar de golpe y porrazo el precio del ‘Principito’. (Florentino alucina... y el Barça también: ¡¡La traición de Neymar le puede costar mucho dinero al Madrid!!).
Griezmann, otro madridista que acaba en el Barcelona
Lo que llama la atención del caso es que, aunque se esfuerce en negarlo, el gran deseo de Griezmann siempre ha sido jugar en el Real Madrid.
Lo reconoció durante su etapa en la Real Sociedad, cuando confesó que es madridista ‘a todo poder’, al estilo Iniesta. “Soy madridista”, desveló ni corto ni perezoso, para posteriormente matizar, al ver la que se le podía venir encima: “Soy txuri urdin, pero entre el Madrid y el Barcelona me gusta más el Madrid”, lanzó.
Unas palabras que pueden hacer que se le vuelva en contra la afición azulgrana, que ya de por sí no le traga por la broma de mal gusto del pasado verano con el documental (producido por Piqué) La Decisión. Le pasará factura sin lugar a dudas, y su madridismo también. Griezmann, que quería jugar en el Madrid, acabará jugando en los dos grandes rivales del mejor club del mundo. Un ejemplo de lo que son las malas decisiones. El dinero no da la felicidad, Antoine… (Bartomeu descarta un fichaje de lujo…¡Y Messi enfurece!).