El supremacismo y xenofobia de una parte de la población catalana alcanza niveles cómicos y preocupantes. Una panadera ha sido acosada en su comercio de Barcelona por expresarse en castellano.
Los hechos han tenido lugar en una panadería de La Meridiana, en Barcelona y se han producido de acuerdo a las consignas de la Plataforma per la Llengua, bendecida y protegida con subvenciones por el propio Govern de la Generalitat, que invita a señalar a aquellos que utilizan el castellano como idioma para expresarse. Una práctica que recuerda la persecución de los judíos por el nazismo alemán.
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Las dos clientas instan a la panadera a que se exprese en catalán y la graban con sus móviles para dejar constancia de que han localizado a una persona que habla castellano en territorio catalán. Algo, al parecer, gravísimo. Una empleada de la panadería aprovechó para hacer lo mismo con las acosadoras para que el mundo entero sepan la situación de terror que puede llegar a vivirse en Cataluña.
"Si estás aquí, a aprender catalán"
Las clientas, muy ofendidas, le piden el libro de reclamaciones con la clara intención de perjudicar a la dependienta seguramente por faltarles el respeto hablando en castellano. "Cojones, collons. No es tan difícil, es igual", le dice una de ellas.
"Me importa una mierda que estés trabajando, tía. Si estás aquí, a aprender el catalán", le dice una de las exaltadas clientas con ganas de armar jaleo.
No es que este tipo de situaciones sean habituales en la vida diaria de los catalanes, pero tampoco son sorprendentes habida cuenta el fanatismo que impera entre el independentismo lazi.
Otros casos parecidos se han vivido en los últimos meses. Por ejemplo, el acoso que sufrió una camarera gallega del Parlament por no expresarse en catalán en un reportaje aparecido en TV3. Querían lincharla y echarla de su puesto de trabajo.
El organismo 'Hablamos español' ha salido en defensa de la trabajadora y ha anuncia una denuncia penal contra estas tiparracas.