La historia de cómo se conocieron Juan Carlos I y Sofía de Grecia es más que memorable, puesto que fue un plan urdido y establecido por la madre de la reina emérita, Federica de Grecia, para que ambos se embarcaran en un crucero y pasaran tanto tiempo juntos como fuese necesario hasta que la chispa del amor brotase entre ambos.
Sin embargo, con la llegada de otras personalidades al árbol genealógico de las realezas europeas, estas pomposas circunstancias han ido desapareciendo en favor de historias más mundanas y cercanas a los ciudadanos, con las que incluso algunos pueden sentirse plenamente identificados. Este es el caso de los herederos de la Corona: Felipe VI y Letizia Ortiz, actuales monarcas españoles.
Es conocido por todos que el entonces príncipe no atravesaba un buen momento sentimental debido a su inesperada ruptura con la modelo Eva Sannum, una de sus parejas más largas y por la que casi todos apostaban para convertirse en la reina consorte de España una vez que Juan Carlos I cediera la corona o falleciera al servicio de los españoles. Sin embargo, esa repentina separación cambió el curso de la historia.
Mirando la televisión, Felipe VI quedó prendado de Letizia, una presentadora de informativos de Televisión Española, y quiso conocerla de inmediato. Gracias a su influencia como príncipe, logró que tanto Letizia como él fueran invitados a una exclusiva cena que organizaba en su casa el mítico periodista y director de la famosa Documentos TV Pedro Erquicia. Aquel era el escenario perfecto para un primer acercamiento entre el príncipe y la periodista, y el heredero de la Corona española estuvo a la altura y no defraudó.
En el momento de la disposición de las mesas, Erquicia eligió que el entonces príncipe y la presentadora se sentaran juntos a la mesa, uno al lado del otro. Este simple gesto motivó los primeros intercambios de la palabras, detrás de los que había una potente química que incluso llevó al príncipe Felipe a bromear con el tamaño del nuevo hogar de Letizia Ortiz, un piso de apenas ochenta metros cuadrados que había adquirido de forma reciente en Valdebernardo: "Si quieres podemos trasladarlo a mi dormitorio. Si lo apretamos un poco, igual hasta entra en el vestidor".
Lejos de asustar o causar una sensación negativa en la presentadora, aquella noche fue una de las piezas clave en la forja de una relación entre la periodista y el heredero de la Corona española, que fueron aumentando la frecuencia de sus encuentros debido a la labor periodística de Letizia Ortiz. Algunos de los escenarios en los que ambos coincidieron después de aquella famosa cena organizada por Pedro Erquicia son el desastre del vertido del petrolero Prestige sobre las costas gallegas o en las sucesivas entregas de los premios Príncipe de Asturias.
Después de aquellos encuentros fortuitos en los que parecía que nada estaba pasando, la noticia tomaba por sorpresa a toda la opinión pública española: el príncipe Felipe y Letizia Ortiz habían anunciado su compromiso de manera pública el 1 de noviembre de 2003. El enlace, uno de los más lluviosos de la nueva generación de la realiza europea, se produjo en mayo del año siguiente y consolidó una de las parejas herederas más importantes de las casas reales del Viejo Continente.