El FC Barcelona y el Atlético de Madrid están pagando (y seguirán pagándolo) no tener un presidente como Florentino Pérez.
Bartomeu y Cerezo han puesto sobre la mesa la posibilidad de realizar ERTES, para paliar la crisis económica del coronavirus, mientras que el Real Madrid asegura no tener ningún problema.
Las cuentas están saneadas, más que nunca, y en el Santiago Bernabéu no están acusando los problemas que el COVID-19 ha desatado en el mundo del fútbol. (El Real Madrid y el fichaje más caro de la historia. No es una broma: ¡¡500 millones de euros!!)
Tener cerrados el Camp Nou y el Wanda Metropolitano les está suponiendo unas pérdidas millonarias, totalmente irreparables, que el Real Madrid no está atravesando.
Los galácticos pasan factura en el Wanda y Camp Nou
Bartomeu, que recordemos quiso fichar a Neymar Júnior en verano, se enfrenta a una problemática con todos sus jugadores, tanto de fútbol como de baloncesto. El presidente les pidió bajarse un 70% el salario y el tema ha estallado en Barcelona.
Mientras, en el Atlético de Madrid, ocurre algo similar. Ficharon a Joao Félix, convirtiéndole en uno de los más caros de toda la historia del fútbol, y ahora lo están pagando.
El Barça está perdiendo 50-60 millones de euros por un mes de ‘clausura’ en el Camp Nou. Por cada partido se estima que pierden 12 millones de euros por la venta de entradas y de visitantes a la tienda oficial del club azulgrana. Una auténtica sangría. El Atleti en una situación parecida, con la diferencia de tener 30.000.000 localidades menos.
Rozan el límite
Ambos clubes están rozando el límite salarial que estipula la ECA. Estimaban un total de 500 ‘kilos’ de ingresos, en ambas partes, y ahora afrontan la realidad. (¡¡Acuerdo cerrado!! El Real Madrid se asegura el 'sí' de estos dos cracks franceses).
Ya estudian dichos ERTES para frenar la sangría de los trabajadores y ese daño colateral que está teniendo la crisis del coronavirus en 2020. Una situación que el Real Madrid ha confirmado que es muy distinta.
Quizá habrá problemas con el pago de futuros fichajes, con un coste mucho más reducido, pero Florentino paga religiosamente a sus trabajadores y empleados del club. No hay deuda y el saldo sigue siendo positivo. Muy distintas las formas de afrontar la crisis.