Una de las figuras más importantes en la trayectoria política de Juan Manuel Moreno Bonilla es, sin duda alguna, su mujer. Siempre colocada en un segundo plano a pesar de sus anhelos iniciales de dedicarse a la política, Manuela Villena siempre ha estado al lado de Moreno Bonilla para ayudarle a pasar los peores momentos y celebrar sus éxitos más rotundos.
El papel del actual presidente de la Junta de Andalucía puede ser más que esencial en una hipotética llegada a La Moncloa del nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. De renovar presidencia en la Junta, el ascenso a La Moncloa de Feijóo podría estar más que garantizado debido a, entre otras cosas, la pérdida de popularidad del propio líder socialista y de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos.
Manuela Villena es una mujer importante en el rumbo político de Moreno Bonilla. Ha dirigido numerosas campañas y giras electorales para su marido, pero sus inicios son completamente diferentes. Villena se matriculó en Economía, pero acabó desencantada con la carrera y decidió tomar otro camino, graduándose finalmente en Ciencias Políticas y Sociología. En su currículum unversitario figuran la friolera de 27 matrículas, lo que la convierte en una de las políticas más preparadas de este país.
Después de su exitoso desempeño universitario, Villena finalmente entró en las filas del Partido Popular desde las Nuevas Generaciones, donde conoció al que sería su marido varios años después. A pesar de haber coincidido en diferentes actos, Villena y Moreno Bonilla se perdieron la pista hasta que la casualidad volvió a reunirlos en un acto de las Nuevas Generaciones en Madrid. Allí, Moreno Bonilla le comentó a Villena si quería acompañarlo "a una boda de unos amigos". En ese momento, ambos conectaron de inmediato. El actual presidente la Junta de Andalucía, al poco tiempo, le realizó una curiosa petición: quería casarse con ella. "Le dije que sí", recuerda Villena emocionada.
Desde el enlace, celebrado en 2006, hasta la actualidad a Juanma Moreno y a Manuela Villena les une algo más que la política y el matrimonio: sus tres hijos Juanma, Fernando y Alonso. Además, mantienen un justo equilibrio en cuanto a las tareas del hogar siempre y cuando la agitada agenda de Juanma Moreno se lo permite: "En nuestra vida, lo que más se ha visto afectado quizá es el plano personal y familiar". La motivación de llevar sus medidas a cada andaluz es un esfuerzo considerable, que Villena entiende y apoya, firmemente convencida en las ideas de su marido, de quien se ha convertido en uno de sus apoyos más importantes.
Debido a los diferentes trabajos de Villena y de Moreno Bonilla, la pareja se ha visto obligada a vivir en diferentes localidades españolas. Mientras Moreno Bonilla preparaba su candidatura a la Junta y previamente a la campaña electoral, ambos vivieron durante una temporada larga en un piso del barrio madrileño de Alameda de Osuna, debido al puesto de Villena como gerente municipal del distrito en el Ayuntamiento de Madrid. Con el cambio de política regional, la familia se trasladó a un piso en Alcalá de Guadaira, una zona sevillana gracias a la que, según Villena, "Hemos vuelto a nuestras raíces".
Actualmente, Manuela Villena es la encargada de manejar las relaciones institucionales de un grupo coordinador de varias farmacéuticas, Bidafarma. Con sus aspiraciones políticas opacadas por el meteórico ascenso de su marido a la presidencia de la Junta de Andalucía, Villena siempre tendrá la espina clavada de "dedicarse pública y activamente a la política".