A pesar de haber cumplido ya con la mitad de su legislatura, y a pesar de sus evidentes esfuerzos por conseguirlo, Pedro Sánchez, de momento, no ha logrado una de sus principales obsesiones desde que es presidente del Gobierno de España: reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Una reunión que, sin duda, ofrecería al presidente socialista cierta 'cancha' ante los partidos políticos de la oposición, y que le permitirían tener contacto con una de las mayores potencias del mundo... pero que no parece estar cerca de producirse, por negativa absoluta del presidente norteamericano.
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Y es que parece que Biden no tiene interés alguno en reunirse con el representante español, 'vengándose' así por viejas rencillas contra el socialista quien, a pesar de sus muchos viajes a Estados Unidos, y a pesar de coincidir con Biden en reuniones de la OTAN, sólo ha conseguido charlar unos segundos con el demócrata.
Algo que podría hacer que Sánchez desista en sus intentos de hablar con Joe Biden... y tal vez, que se centre en conseguir una audiencia con la Primera Dama de los Estados Unidos, Jill Biden.
Así es Jill Biden, una mujer independiente en la Casa Blanca
La página web de la Casa Blanca indica que la primera dama debe ser la anfitriona de la famosa casa del presidente, así como involucrarse en los temas sociales del presidente del Gobierno, acompañándole así en los actos en los que participe.
SIn embargo, este rol parece haber sufrido una renovación profunda (y para muchos necesaria) con la llegada de Jill Biden a la casa presidencial; y es que, por primera vez, una primera dama ha decidido no renunciar a su vida profesional por ser la "acompañante" del presidente.
"Jill Biden, primera dama y profesora de inglés y de escritura, que califica trabajos de sus estudiantes durante un vuelo a Washington" destaca el Washington Post sobre la mujer de Joe Biden.
Así pues, maestra en centros comunitarios, Jill Biden se ha negado a abandonar su labor profesional, a pesar de su estancia en la Casa Blanca: "siempre he adorado los sonidos de una clase. El murmullo de las ideas rebotando de acá para allá. Mientras exploramos el mundo juntos".
Pero Jill Biden no es sólo una gran primera dama y una buena profesora, sino que también es una mujer fuerte y protectora de armas tomar, tal y como aseguran todos los que la han tenido cerca.
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Algo que quedaba demostrado en las dos escenas que se repitieron, para dar a conocer a la primera dama, durante las elecciones presidenciales: una, de una joven Jill que llamaba a la puerta de un chico que hacía bulling a su hermana menor, y al que acababa golpeando en la cara. Otra, interponiéndose entre unos manifestantes violentos y las mujeres durante un acto, poniendo su propio cuerpo como escudo protector de los demás.
"Es la mujer más fuerte que conozco" ha reconocido el propio presidente de los Estados Unidos; una fuerza que la ha llevado a sobreponerse de todo; incluso del fallecimiento de su hijo Beau, que sirvió en Irak, debido a un cáncer. "El duelo nunca lo terminas, pero tienes que buscar un propósito en tu vida" ha destacado ella misma sobre el asunto, que la ha llevado a estar muy involucrada en causas a favor de programas para militares y sus familias, habiendo tenido como ejemplo a su padre, presente en la II Guerra Mundial.