La repentina retirada de Pablo Iglesias de la política después del desastre que supuso su liderazgo de la candidatura de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid ha provocado que múltiples candidatos a sucederle hayan desatado una guerra por hacerse con el control del partido en Vistalegre IV, un Congreso del partido que parece será uno de los más disputados y caldeados.
La candidata más continuista es Ione Belarra, actual ministra de Derechos Sociales y que, siguiendo el modelo del político al que aspira suceder al frente de Unidas Podemos, ha incluido y 'enchufado' a su pareja en su lista. Belarra ha incluido a Ignacio Ramos como su candidato para revalidar sus cargos en el Consejo Ciudadano Estatal.
A pesar de que Belarra es una de las figuras más polémicas del partido y del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez, la atención está centrada en Ignacio Ramos, la pareja de Belarra. Es una de las figuras más desconocidas del organigrama del partido morado, a pesar de que ocupa cargos de máxima confianza y discreción en el Consejo Ciudadano Estatal.
El centro de la candidatura de Belarra deja de ser Galapagar y vuelve a ser Vallecas, donde Belarra convive con Ignacio Ramos en un piso hipotecado por un valor de 141.000 euros. Ignacio Ramos es licenciado en Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III, y su unión como pareja parece estar conformada para ser los sucesores directos de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Ignacio Ramos es, según comentan varios confidentes dentro del Partido, de una naturaleza más calmada y conciliadora que Belarra, quien exhibe una mayor radicalidad en sus preceptos y medidas políticas. A pesar de la dosis de calma que podría imponer su pareja, Belarra opta por rodearse de la 'vieja guardia' en su candidatura y parece asegurarse la secretaría general de Unidas Podemos con el objetivo de imponer una continuidad en la dirección del partido y en el ideario que los ministros de Unidas Podemos están defendiendo en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez.
A pesar de todo, Ignacio Ramos defiende, desde sus orígenes humildes, su verdadera motivación para estar metido en política. Más allá de todo el lujo y los chalet propios de la anterior directiva, Ramos entiende que la verdadera política "No es otra que ayudar a que las clases populares de nuestro país avancen en derechos frente al poder que han ido consiguiendo los buitres y las multinacionales en los últimos años".
Esta vuelta a los orígenes de Belarra, sin duda realizada con el objetivo de ganarse a la militancia morada, no se detiene solo en el lugar y las condiciones en las que vive, que no están muy alejadas del comienzo de Pablo Iglesias como político antes de que perdiera su rumbo. Este regreso a la fundación del partido también implica al personal del que se rodea, puesto que las ideas que esgrimieron Iglesias y Montero en su momento son las mismas que Ignacio Ramos defiende hoy por hoy.
Sin embargo, para gran parte de los analistas políticos, esta relación puede provocar diferentes cambios de ritmo en la toma de decisiones de la posible líder de Unidas Podemos. Incluso la propia Belarra no ha tenido reparos en reconocer la probable influencia que Ignacio Ramos, con un talante más negociador y relajado que el de su pareja, pueda tener sobre ella: "El amor es el motor de la política".