El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se separó hace algo más de tres años de su esposa durante los últimos años, la periodista Amparo Panadero. Se trata de la madre de sus dos hijos, Pau y Miqui, con la que llevaba sin convivir desde varios meses atrás por su decisión de continuar su vida con otra persona.
Esa persona con la que Ximo Puig decidió rehacer su vida es Graciela Bravo, consellera de Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas. Durante el proceso de separación, el presidente de la Generalitat Valenciana hizo una escapada con su nueva ilusión que sirvió para confirmar la relación.
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La nueva pareja fue vista entrando sobre las tres de la tarde en el restaurante Casa Cámara de Pasajes de San Juan, un establecimiento muy romántico al que se suele llegar en barco desde el cercano Pasajes de San Pedro. Ambos tomaron marisco fresco que regaron con un vino tinto Viña Alberdi.
Los dos se mostraron muy acaramelados y no tuvieron reparo en mostrar su amor públicamente. Desde ese momento, los dos políticos mantienen una relación sentimental. Ximo Puig, al conocer a Gabriela Bravo, perdió totalmente la cabeza y cambió radicalmente su vida, según La Otra Crónica.
Así es Gabriela Bravo
Gabriela Bravo llegó al Consell en 2015 y algunas fuentes apuntan a que lo hizo recomendada por el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Bravo también fue relacionada después con el Gobierno de Pedro Sánchez pero dejó claro que su carrera política estaba en Valencia por cuestiones personales.
En 2013, Bravo saltó a la prensa rosa cuando la relacionaron con José Bono. Ambos asistieron a la Caja Mágica a un partido de tenis y el ex presidente del Congreso de los Diputados se acababa de separar de su esposa y también madre de sus cuatro hijos, Ana Rodríguez. Sin embargo, solo se trataba de una amistad que a día de hoy se mantiene.
Posteriormente, en el año 2018, el nombre de Graciela Bravo volvió a salir en los medios de comunicación del corazón por su relación sentimental con Ximo Puig. A nivel político y profesional, Graciela Bravo ha ido ganando peso en la Generalitat Valenciana con el paso de los años.
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Desde el entorno de Ximo Puig quisieron dejar claro, desde el primer momento, que no se trataba de una infidelidad sino que llevaban separados un tiempo Amparo y él. "Amparo y Ximo no conviven desde hace varios meses. Por tanto, la relación entre Puig y Gabriela Bravo, su consellera, no es fruto de ninguna infidelidad".