Esta semana se le han puesto las cosas complicadas a Zinedine Zidane y no solo por el Clásico sino por el robo que ha sufrido en su chalet almeriense.
El entrenador del Real Madrid se convertía en objetivo de los cacos que ponían patas arriba la casa que tiene a 72 kilómetros de Almería.
El chalet de Zidane
"El Chorrico", que así es como se llama el chalet forma parte de la pedanía de El Chive un pequeño enclave que no cuenta ni siquiera con escuela para los más pequeños. Allí han encontrado la paz que tanto desean cuando acaba la temporada.
Zidane optó por rehabilitar el cortijo en 2010 que cuenta con tres plantas y una piscina.
La casa asaltada se sitúa debajo del mirador por donde salen los primeros rayos de sol y está sujeta por unos pilares asentados sobre el barranco. "Le costó el doble de dinero que en otro sitio del barrio", aseguran.
Los ladrones sabían muy bien lo que hacían puesto que pese a que en verano la población se cuadruplica, en invierno hay apenas 60 vecinos en el pueblo de El Chive. "Le gustaba ir a la playa de Mónsul, en Cabo de Gata", desvela una vecina hablando de Zidane.
El técnico blanco tiene un fuerte arraigo con el pueblo donde veranea y es que su mujer Veronique Fernández es francesa pero de padres almerienses y chiveros. La familia, por eso, le tiene especial cariño a esta localidad.