Gabriel Rufián ha sido uno de los políticos más conocidos por todos los españoles durante muchos años. El representante de Esquerra Republicana en Madrid durante seis años queda en el recuerdo de la población por su enconada defensa del independentismo en el Congreso de los Diputados en castellano.
Un político tan controvertido como el adalid del independentismo catalán en Madrid tiene una amplia horquilla de secretos que esconder. Uno de ellos es cómo conoció a su actual pareja. Mientras Rufián todavía no disfrutaba de las ventajas que le otorga la política, el diputado catalán tenía que ir al trabajo usando los medios de todos los ciuadadanos de a pie: el transporte público.
Fue en el metro donde conoció a la mujer que hoy ocupa su corazón. A pesar de que se enamoró a primera vista de ella, su timidez pudo más y el valeroso Gabriel Rufián perdió todo el poder que muestra hoy ufano desde su escaño en el Congreso de los Diputados o en la tribuna cuando le llega el turno de lanzar sus proclamas independentistas y atacar sistemáticamente a Gobierno y oposición sin proponer ninguna solución para los problemas reales de Cataluña y España.
Pasó el tiempo, y Rufián no se atrevió a dar el primer paso para conocer a la mujer que le gustaba. Sin embargo, poco a poco fue ganando el aplomo necesario para tirar de épica y realizar uno de los actos más valientes que se recuerdan. Como si de una comedia romántica se tratase, Rufián se acercó tímidamente a aquella mujer y le dio una pequeña nota con su número de teléfono y su dirección de correo electrónico.
El resto es historia. Después de aquella declaración de intenciones más propia de una película que de la vida real, la relación prosperó y, por el momento, mantiene unido al político catalán con la mujer que conoció en el transporte público, de la que se enamoró al instante y con la que le une una declaración de película.