Un hombre ha sido condenado a prisión, considerado como culpable de haber asesinado, descuartizado y llevado a cabo un acto de canibalismo con el cuerpo de su pareja sexual en Alemania.
Así lo ha decretado el tribunal de Berlín, que ha considerado suficientemente probado que el acusado, un profesor de 42 años, atrajo a su víctima, otro hombre al que conoció en una web de citas, a su domicilio, donde le convenció para ser drogado y, posteriormente, le descuartizó y tiró su cuerpo por varias zonas de la capital alemana.
Tal y como apunta la investigación, todo comenzaba el pasado martes 6 de septiembre de 2020 cuando el condenado conocía a su víctima, de 43 años, a través de una web de citas pocas horas antes del crimen.
Tras conocerse, los dos hombres acudieron juntos al hogar del asesino, donde la víctima fue persuadida para que se drogara y quedara inconsciente como un 'juego sexual', sin conocer las intenciones de su agresor de asesinarle poco después, tal y como ha entendido el juez del caso.
Condena perpetua, sin confesión
Según los investigadores, una vez inconsciente su pareja sexual, el acusado atacó a su víctima con un cuchillo, cortándole la garganta mientras aún estaba vivo, cortándole posteriormente los genitales, los cuales se comió. Después, se deshizo del resto del cuerpo en diferentes localizaciones de la capital alemana.
Unos atroces hechos que, según el juez, demuestran además una cuidadosa planificación del asesino, quien tenía, para el magistrado, "ideas cada vez más desarrolladas sobre el asesinato y el canibalismo".
Versión del juez que se ha podido comprobar a través de las visitas de Internet realizadas por el sospechoso, que interactuaba en varios foros de Internet sobre el asunto, habiéndose encontrado en su domicilio herramientas para desmembrar, así como "instrucciones para asesinar y castrar" en casa.
Pruebas que han llevado al jurado a hallar culpable de asesinato y perturbación del descanso de los muertos al acusado, condenándole a cadena perpetua, sin posibilidad de que obtenga la libertad dentro de los primeros 15 años de condena por las "inhumanas" y "despreciables" características del caso.
Sin embargo, el asesino, que ha guardado silencio durante los cinco meses que ha durado el caso en los tribunales, ha negado finalmente haber negado a su pareja sexual, justificando que los objetos y las investigaciones que había realizado eran únicamente "fantasías", y que sólo se había desecho del cuerpo tras encontrar al hombre fallecido, a la mañana siguiente, en su domicilio, habiendo sido presa del pánico al temer que su homosexualidad saliese a la luz.