El Real Madrid consiguió una de esas victorias que, a la postre, son clave para proclamarse como campeón de Liga. Los de Zidane tuvieron que firmar una batalla sin cuartel ante el Granada, en Valdebebas, pero sacaron los tres puntos.
Un partido muy invernal que no se recordará por su brillantez, pero que sí que es totalmente capital para ser campeón cuando se repasa el balance de encuentros ligueros disputados. Un partido en el que fue vital la figura de Marco Asensio.
Zinedine Zidane le mimó en la sala de prensa de la Ciudad Real Madrid, en la previa, y Asensio respondió en el campo. Al mallorquín le tocó salir en lugar del lesionado Rodrygo Goes y cumplió con todo su papel. Fue determinante e hizo que Zizou estuviese eufórico con la versión que mostró ante el Granada.
Para Zidane es totalmente fundamental recuperar al Asensio de la 2017. Fue una de las mayores irrupciones del planeta fútbol y estuvo a un paso de ser el heredero de Cristiano Ronaldo. Se quitó las responsabilidades, con una frase que ha intentado arreglar, pero en los siguientes años ya no ha vuelto a ser el mismo.
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Partidazo ante el Granada
El marsellés lo sacó al campo en los últimos minutos del primer tiempo y Asensio lució. Tuvo un palo, de tacón, en el que hubiese sido el gol de la temporada y hubiese optado al Premio Puskas, además de tener una clara intención de verticalidad hacia la portería… lo que más se le está pidiendo desde el madridismo.
A su crucial intervención hay que sumarle la primera estadística de la temporada. Suyo fue el pase, a modo de genialidad, para que Casemiro rematase en el 1-0 y él fue el que abrió el melón del Granada con la asistencia sobre el brasileño. Sin duda, es el camino que debe seguir Asensio para hacerse con la titularidad en el Real Madrid.