Es lamentable o quizá sea más adecuado decir es terrorífico que día a día las palabras independentismo y ETA se crucen con más asiduidad. Asusta pensar que se puedan justificar las acciones de ETA. El resultado fue de 858 personas asesinadas y muchas familias destrozadas. Aquí se podría aplicar la famosa frase que gritan los CDR y algunos estudiantes que no tienen ni idea de por qué lo dicen: “Ni olvidamos ni perdonamos”.
La "Karrer borroka" del independentismo catalán, Arran o como se denominan ellos: “organización juvenil de la izquierda independentista” y cómo no, vinculados a la CUP, ha justificado el ataque contra el domicilio particular del juez Pablo Llarena en Sant Cugat, con las palabras del asesino José Miguel Beñarán Ordeñana, alias Argala.
Argala, el ejemplo en el que se basa Arran
Han tuiteado esta insensatez, respondiendo a Ciudadanos: “Nos quieren hacer creer que los problemas del Estado español son, independentistas contra no independentistas, de terroristas contra demócratas. Intentan polarizar las opiniones y asociar aquella que no les representa, con aquello no moral, inaceptable y generar conflicto"
Posteriormente, han incluido: "Hacemos nuestras las palabras de Argala: Los pueblos no practican la violencia por el gusto de hacerlo. La violencia popular es siempre defensiva frente a la violencia institucionalizada de la clase explotadora, y por lo tanto completamente legítima” y han adjuntado una fotografía del ataque a la casa del juez.
Argala formó parte de la denominada Operación Ogro que acabó con la vida del Almirante Carrero Blanco el 20 de diciembre de 1973.
Fem nostres les paraules d’Argala: “Los pueblos no practican la violencia por gusto de hacerlo. [..] La violencia popular es siempre defensiva frente a la violencia institucionalizada de la clase explotadora, y por lo tanto completamente legítima”