Arnaldo Otegi concedió a Jordi Évole una polémica entrevista en Salvados hace cuatro años, en 2016, en la que el actual líder de EH Bildu decidió no condenar el terrorismo de ETA. Según él, hacerlo legitimaría a los que todavía piensan en la lucha armada como una alternativa para conseguir la independencia del País Vasco.
"Es la palabra tabú, es la condena famosa. Lo que se plantea en ese momento por la presidencia es el tema de la condena y estamos dándole vueltas siempre a lo mismo", explicaba Otegi tras ver unas imágenes de 1997 en los juzgados, tras la muerte de Miguel Ángel Blanco, asesinado a manos del terrorismo etarra.
"Yo recuerdo la entrevista que me hiciste en la que me preguntaste '¿por qué no condenáis? Si condenáis la gente se va a poner contenta'. Y nosotros tenemos una obsesión, que es conducir a toda la izquierda abertzale a la reflexión que nosotros hemos hecho. Y hay determinadas cosas que no favorecen esa reflexión, sino que es al contrario, que la entorpecen", asegura el proetarra.
Jordi Évole, sorprendido ante tal manifestación, le asegura a Otegi que esta postura es una estupidez. Es solo un pulso para ver quién 'la tiene más larga'.
La respuesta de Otegi
"Es una tontería, ¿pero sabes lo que ocurre? Cuando los que tú has combatido políticamente hacen esos niveles de exigencia aceptar determinadas autocríticas en los términos que ellos te plantean es interpretado por mucha gente como que te han ganado, que te has humillado, que te han derrotado, que como dicen muchos te estás bajando los pantalones...", afirma.
Y remata, asegurando que esto daría alas a todos aquellos que todavía creen en la vuelta de ETA como método para conseguir sus objetivos políticos.
"No reforzaríamos a la gran mayoría de la izquierda abertzale que hace una apuesta decidida por las vías democráticas y políticas, reforzaríamos a otro tipo de sectores que siguen considerando que este país está sometido a algún tipo de opresión que legitima el recurso de la lucha armada", afirma. Así evitó condenar el terrorismo. ¡No hay quien se lo trague!