A pesar de las múltiples críticas que tanto los miembros de su Ejecutivo, como de su partido, como del partido de coalición, profirieron contra Isabel Díaz Ayuso y la creación, desde la Comunidad de Madrid, de una 'Oficina del Español', Pedro Sánchez parecía replantearse estas últimas semanas.
Tanto es así, que el presidente socialista anunciaba este pasado viernes la creación de su propio proyecto para promocionar el castellano de cara a crear nuevas posibilidades empresariales en todo el territorio español, bautizando a este proyecto gubernamental, que será presumiblemente aprobado este martes en Consejo de Ministros, 'El español, valle de la lengua'.
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"Se suele hablar de la riqueza de nuestras lenguas [...] y es un acierto, porque atesoramos cuatro lenguas que hacen de España un país único, grande y rico" defendía Sánchez en la presentación del proyecto, que se presume, será muy semejante a la 'Oficina del Español' presidida por Toni Cantó en la capital.
Una idea con la que el socialista, en detrimento de las premisas independentistas vascas y catalanas de afianzar sus lenguas como vehiculares, busca potenciar el uso del castellano en todo el territorio nacional, atrayendo posibles ideas de negocio y ampliación internacional al país.
Baleares, en contra del 'español' de Sánchez
Sin embargo, la propuesta del socialista no sólo ha chocado con los intereses de sus socios de Congreso, principalmente, los nacionalistas catalanes, sino que también ha recibido el rechazo frontal del Gobierno de las islas Baleares.
Así pues, apenas 24 horas después del anuncio del presidente socialista, la dirigente de Baleares, Francina Armengol, mostraba que su administración no apoyará el proyecto 'castellano' de Sánchez.
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Un rechazo absoluto que ha escenificado con la decisión de retirar, a partir de este mismo fin de semana, toda la cartelería en castellano presente en los hospitales y centros de salud de Baleares, exigiendo al mismo tiempo la revisión semanal de los mismos y su envío al Servicio de Planificación Lingüistica.
Nuevo desplante de Armengol al Gobierno nacional que demuestra su cercanía hacia el sentir independentista catalán, y que se suma a la polémica generada por la presidenta autonómica por su nula gestión de las niñas tuteladas de Mallorca, que han conmocionado a toda la ciudadanía española.