A pesar de los indultos otorgados por el Gobierno de Pedro Sánchez a los lideres del procés, y a pesar de la próxima celebración de la mesa de diálogo entre el Govern catalán y el Ejecutivo nacional, las calles de Barcelona se han vuelto a ver incendiadas y destruidas por las acciones de los grupos independentistas radicales de Cataluña, que han vuelto a las calles en la celebración de la Diada catalana.
Una ocasión que también ha aprovechado el recién nombrado Pere Aragonès para dar su primer mensaje institucional desde su nombramiento, el cual ha enfocado a mantener el discurso de desafío a la unidad territorial española.
Así pues, el republicano ha hecho un llamamiento para "hacer inevitable un referéndum", el cual considera "un compromiso democrático del todo irrenunciable" al que no renunciará.
Un compromiso que defenderá, ha asegurado, ante la próxima mesa de diálogo con el Gobierno, asegurando que este momento representa una clara victoria del movimiento secesionista sobre el Estado español 'opresor'.
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"Cataluña está a las puertas de hacer algo que no había conseguido nunca antes: abrir una negociación con el Estado [...] hasta hace poco, era impensable que España reconociera la propia existencia del conflicto político [...] Hemos conseguido que el Estado se siente en una mesa de negociación donde el Gobierno de Cataluña defenderá la amnistía y el derecho a la autodeterminació que demostramos cada 11 de septiembre llenando plazas y calles de todo el país".
Un proyecto que ha desvinculado de los catalanes constitucionalistas, a los que se ha dirigido para asegurar que este referéndum es "la propuesta más inclusiva" para todos los "planteamientos políticos", dando prácticamente por sentado que son catalanes que "aún", y casi de forma temporal, no defienden el independentismo.
Ni el Covid frena a los secesionistas
"Nuestra voluntad es atender sin ningún tipo de dilación todas las urgencias provocadas por el Covid" ha asegurado Aragonès en su discurso, aprovechando el escenario escogido, el recinto modernista del Hospital de Sant Pau.
Unas palabras en las que, sin embargo, el republicano tampoco ha olvidado hacer mención a la idea independentista: "Pero este contexto de crisis no nos puede hacer olvidar que queda pendiente resolver el conflicto político con el Estado".
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Así pues, el president no sólo ha ninguneado en su discurso a los constitucionalistas catalanes, sino también a las víctimas del Covid-19 en Cataluña, a los que ha posicionado por detrás de la causa secesionista.
"La crisis o nos debe hacer olvidar que los indultos [...] no han parado una represión que continúa limitando sus derechos, que no resuelve la situación del exilio y que no ofrece una salida a todas las personas represaliadas [...] Por eso insistimos, con toda la energía, con toda la convicción, en la defensa de la amnistía y la autodeterminación, en defensa de la libertad y la democracia" ha asegurado.