El pasado viernes, en el último Sálvame del año, el tema de la supuesta separación de Antonio David y Olga Moreno volvió a ponerse sobre la mesa. Carlota Corredera quiso ser la más lista del plató insinuando que Olga Moreno decidió romper con el ex guardia civil después de lo sucedido con la docuserie, algo que es rotundamente falso y que la propia Olga ha desmentido públicamente.
Marta López puso en cuarentena las palabras de la presentadora, dejando claro que en Sálvame no tienen la verdad sobre este tema: "He oído tantas versiones que en realidad no sabeis lo que ha pasado. Yo lo sé perfectamente, no lo cuento porque no me da la gana. Por respetar. Carlota está dando por hecho que a lo mejor no están porque Olga no quiere", expresó Marta, que quiso aclarar que tampoco quería decir que fuera Antonio David.
Aunque Carlota entendió lo que quiso: "Sería muy curioso que hubiese sido él quien ha dejado a Olga después de habernos echado la mierda a nosotros", alegó la presentadora, en referencia a las declaraciones de hace unos meses en las que Antonio David señaló a Sálvame como el causante de una crisis matrimonial (no la separación) por su continuo linchamiento a su familia.
Carlota Corredera quiso meter la cuña también al explicar que esta vez Antonio David sí se está comportando con la separación: "Me alegra saber que esta separación está siendo civilizada, no como la anterior", expresó.
Carlota Corredera y Rocío Carrasco, vapuleadas
Todo esto no hace más que poner en entredicho el testimonio de Rocío Carrasco una vez más, al tiempo que destroza la credibilidad de Sálvame, que lleva semanas hablando de una separación posiblemente inexistente. Una de dos: o Antonio David y Olga siguen juntos, lo que dejaría al programa de Telecinco por los suelos, o el testimonio de Rociíto pierde fuerza.
Que un ser demoniaco y maltratador como Antonio David, según la definición de la hija de la más grande, sea capaz de separarse con cordialidad de su segunda mujer, no parece ser el mejor argumento para que nos creamos la versión de Rocío Carrasco, más todavía después de que la justicia tampoco pasara por el aro con su testimonio.
No sabemos qué es peor para Sálvame y Carlota Corredera: que se demuestre que han estado engañando a la audiencia vendiendo una separación que era falsa o que se demuestre que la docuserie ha sido solo una venganza personal de la hija de Rocío Jurado contra su ex marido, al que no puede ni ver después de 20 años de guerra mediática. Venganza que, por otro lado, sería inadmisible por haber utilizado un asunto tan serio como es la violencia machista.
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En cualquiera de los dos casos, Antonio David y Olga Moreno vuelven a ganar. Es la puntilla para Carlota Corredera y Rocío Carrasco. Todavía estamos esperando que demuestren que todo lo que llevan meses diciendo es verdad.