En el Real Madrid todos quieren ganar, y eso a veces conlleva tensiones entre compañeros de equipo o en este caso de staff técnico, pequeñas discusiones en las que se dicen las cosas y que contribuyen, a la larga, a mejorar competitivamente. Esto es lo que sucedió en el vestuario del equipo blanco tras el tenso final que se vivió este sábado en la visita del Rayo Vallecano al Santiago Bernabéu.
Los blancos consiguieron ganar al Rayo por 2-1 después de una hora de partido en la que arrasaron, aunque sin conseguir cerrar el encuentro. En los minutos finales llegó el bajón físico del equipo, y un gol de Falcao hizo que el Madrid, que tenía una cómoda ventaja hasta ese momento, terminara pidiendo la hora. Al término de los 90 minutos, lo sucedido causó fricción entre técnico y preparador físico.
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Antonio Pintus comentó con Ancelotti lo sucedido y le confesó que, en su opinión, debería haber hecho cambios antes para refrescar al equipo. Carletto no movió el banquillo hasta que quedaban poco más de 10 minutos de partido, aguantando los otros 80 minutos con los mismos once que habían empezado. Una decisión que Pintus no entendió, tal y como le hizo saber al mister. Y no es la primera vez.
A ojos del preparador físico madridista, Ancelotti debe dosificar más a los jugadores. Sin embargo, el técnico cree que lo sucedido no tiene nada que ver con una cuestión física. Y esa fue su respuesta: Carletto dejó claro a Pintus que agradece sus consejos, pero que las cuestiones técnicas son cosa suya. La discusión no llegó a mayores, pero refleja la tensión que se vivió durante esos minutos finales del encuentro ante el Rayo, que mantuvo en vilo tanto a Carletto como a su cuerpo técnico.
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El Real Madrid ganó al Rayo Vallecano después de jugar durante 70 minutos a un alto nivel, generando ocasiones de gol incontables. Pero en los últimos 20 minutos, y especialmente tras el gol de Falcao que recortaba la diferencia de 2-0 conseguida durante la primera mitad, los visitantes metieron el miedo en el cuerpo a la parroquia madridista. El Madrid terminó pidiendo la hora.
No es la primera vez que sucede algo así, de ahí que Pintus le insista mucho a Ancelotti en la necesidad de mover más el banquillo cuando quedan 25-30 minutos de partido. La carga que el preparador italiano mete a los futbolistas en los entrenamientos es muy alta y esto provoca que muchas veces no lleguen en las mejores condiciones a los minutos finales.
Lo malo de este método es que en los meses de noviembre y febrero, generalmente, el físico de los futbolistas sufre un pequeño valle. Sin embargo, a la larga, el Madrid estará en su máximo rendimiento para el tramo final del curso, con los jugadores a tope para disputar los títulos con todas las garantías en los meses finales de competición, en abril-mayo.
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Ancelotti y Pintus tienen una relación estupenda, su amistad va más allá del trabajo, y esto hace que fricciones como la sucedida este sábado sean de lo más normales. Ambos se conocen, saben que trabajan para hacer lo mejor para el equipo, y se volverán a decir las cosas a la cara siempre que sea necesario.