La eliminación del Mundial de Qatar 2022 ha abierto una profunda crisis en la selección italiana solo unos meses después de la conquista de la Eurocopa en Wembley. En la federación quieren hacer borrón y cuenta nueva y ponen los ojos en el Real Madrid en busca de soluciones.
Italia naufragó en la repesca ante Macedonia en uno de los mayores fracasos de los últimos años, con la vigente campeona de Europa y cuatro veces del Mundo, fuera de su segundo mundial consecutivo. Los responsables de la federación quieren cambiar la situación pero sin llegar a una revolución, ya que este mismo bloque sigue siendo el mismo que levanto la Eurocopa solo hace unos meses. Las claves serán pequeños retoques pero importantes, y para eso, lo italianos miran al Real Madrid.
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Ancelotti el elegido
La crisis que se abre con la eliminación no avecina grandes cambios, teniendo en cuenta que este mismo bloque levantó la Eurocopa hace nada, pero podría rodar la cabeza del técnico. Roberto Mancini, que llegó al cargo de seleccionador después de la dimisión de Prandelli en 2014 tras la no clasificación de Italia para el Mundial, es uno de los señalados por la debacle ante Macedonia.
La situación del técnico es diferente a la de su predecesor, a pesar de que ambos no consiguieron clasificar a Italia para el Mundial. Mancini cuenta con el respaldo de toda la federación después de conseguir la Eurocopa y lograr que el equipo practicase un fútbol estético y eficaz.
Sin embargo, que Italia no esté en un Mundial es un fracaso que ensombrece el éxito de la Eurocopa y algunos medios italiano han señalado que podría ser destituido. El elegido por la federación italiana sería Carlo Ancelotti, que ha triunfado en varios equipos de la Serie A como el Milan o la Juventus, pero nunca había entrenado a su selección.
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Se queda
Carletto ahora está absolutamente comprometido con el Real Madrid y solo piensa en la Liga y la Champions. En caso de que reciba una llamada de la federación no será hasta que acabe la temporada cuando se pronuncie al respecto.
A pesar de la dolorosa derrota en el Clásico, el club mantiene su confianza intacta en el entrenador y, salvo catástrofe en lo que resta de curso, seguirá el año que viene. Italia tendrá que pensar en otros candidatos para resurgir de sus cenizas.