Rivera no está. Rivera se fue. Rivera se escapó de nuestras vidas tras la debacle de Cs el 10-N y lo hizo con elegancia: "La primera decisión que he tomado es que dimito como presidente de Ciudadanos para que este partido elija en un congreso extraordinario el futuro y el rumbo de este proyecto".
Asegura Rivera que "ha llegado el momento de servir a otra gente; de servir a mis padres, que dejen de sufrir lo que han sufrido y que me acompañen; de servir a mi hija, a la que he dedicado menos horas de las que debería y menos fines de semana de los que me tocaban".
Y se acordó de Malú para alegría de la prensa del corazón: "De servir a mi pareja, que ha estado a mi lado, aguantándolo todo contra viento y marea en todo momento; a mis amigos y a todos vosotros, compañeros".
Posible puerta que se abre
Ana Rosa Quintana comentó que le apenaba la forma de marcharse de Rivera: "Me da mucha pena porque es verdad que ha sido una lucha tremenda, sobre todo en Cataluña. Es una pena que un político, cualquiera en general, acabe así".
La razón del cariño que le tiene AR a Rivera es que el líder de Ciudadanos, cuando el partido naranja era una pequeña fuerza con una presencia testimonial en el Parlament, fue tertuliano de 'El programa de Ana Rosa'. La colaboración, tras el salto estatal de Cs, se suspendió. Pero ahora hay posibilidades de que se retome su presencia en la tertulia, aunque Rivera parece dejar claro que deja el foco.