Amenazas de muerte contra Abascal en Twitter: "Te voy a dar 300 machetazos"

Segundo hackeo sufrido por Vox desde las elecciones generales

05 de Agosto de 2019
Amenazas de muerte contra Abascal en Twitter: "Te voy a dar 300 machetazos"
Amenazas de muerte contra Abascal en Twitter: "Te voy a dar 300 machetazos"

Este domingo una cuenta de Twitter de Vox ha sido hackeada con el objetivo de amenazar a Santiago Abascal y a su partido. Envuelto en un ataque de ira masivo, el cobarde que ha hackeado la cuenta esconde su identidad.

Ha escrito desde el perfil de Twitter mensajes muy agresivos: “Abascal, te voy a dar tantos machetazos que voy a dejarte la cara hecha trocitos, y luego me haré una sopa con esa carne hijo de la gran puta”.

Insta a Vox a que le encuentren

"Voy a quemar vivo al hijo de puta de Abascal y le voy a dar 300 machetazos" son algunos de lo mensajes que se han colgado desde la cuenta sustraída antes de que Twitter la suspendiera, tanto por los mensajes como por las imágenes sádicas añadidas.

Pero el hacker, que carece de algunas luces, lanzaba un mensaje de advertencia por si no había quedado claro: “Esta cuenta ha sido hackeada”. Una cuenta que a pesar de no ser oficial, contaba con más de 35.000 seguidores.

Ha publicado información personal y mensajes privados

No solo ha mandado mensajes de odio y amenazas, también que ha colgado diversas fotos repugnantes de gente torturada. Además, ha cambiado la foto de perfil y de portada por banderas de España quemándose y el nombre de la cuenta a “Fuck España”.

No contento con ello, ha publicado la información personal del administrador de la cuenta, como su número de teléfono, su dirección IP y la ciudad donde vive junto con sus coordenadas.

La cuenta ya ha sido suspendida

Así te voy a dejar la cara Abascal, y si alguien se pone por medio le haré el doble”. Todo ello acompañado de una fotografía donde aparece una cara cortada numerosas veces y ensangrentada.

Para finalizar, ha compartido con los seguidores los mensajes privados que la cuenta mantenía con el propio Santiago Abascal, aunque éstos no eran de relevancia.