¡Ambiente prebélico! Sánchez acudirá a la emboscada de Torra y tomará Barcelona con 500 policías

El independentismo se mueve para tomar las calles de Barcelona y convertirse en "ingobernable" coincidiendo con el Consejo de Ministros que se celebrará en el ciudad condal el 21 de diciembre.

11 de Diciembre de 2018
¡Ambiente prebélico! Sánchez acudirá a la emboscada de Torra y tomará Barcelona con 500 policías
¡Ambiente prebélico! Sánchez acudirá a la emboscada de Torra y tomará Barcelona con 500 policías

Pedro Sánchez acudirá a la emboscada que le ha tendido Quim Torra presentándose en Barcelona para presidir el próximo día 21 el Consejo de Ministros escoltado por 500 agentes de las Fuerzas de Seguridad Nacional. Barcelona volverá a ser tomada por los que allí llaman "piolines" para mantener el orden y evitar el caos que tienen preparado los CDR alentados por el propio Torra.

La respuesta de Sánchez al anuncio de violencia callejera

El presidente del gobierno tiene motivos para desconfiar de Torra, que ya ha anunciado que no se presentará a la cumbre del gobierno español. Los Mossos, disgustados por el trato recibido por el presidente catalán tras los incidentes de la semana pasada en Girona y Terrassa, amenazan con una huelga encubierta y Sánchez no está dispuesto a que se repitan los acontecimientos del 1 de octubre de 2017 y acudirá a la cita aplicando las máximas garantías de seguridad al Consejo de Ministros previsto en Barcelona para el día 21 con el fin de contrarrestar las amenazas del independentismo de teñir esa jornada de violencia callejera.

Sánchez echará mano de nueve unidades antidistubios reclutadas de Madrid, Valladolid, País Vasco, Galicia y Valencia que irán desembarcando en Barcelona de manera escalonada y que se unirán a los efectivos que ya están desplazados en la ciudad condal (cuartel del Bruch), en Salou y La Junquera.

Madrid duda de la lealtad de los mandos de los Mossos

El despliegue policial en las calles barcelonesas se iniciará el 18 de diciembre y no concluirá hasta el día 23. De lo que suceda esos días en Barcelona dependerá la decisión de Sánchez de recuperar el artículo 155 para aplicarlo de nuevo en Cataluña si hay motivos para ello. De momento Sánchez contempla una solución intermedia: la posibilidad de aplicar la Ley de Seguridad Nacional para tomar el control de los Mossos y garantizar la seguridad ciudadana como paso previo al 155. Es el resultado del descontento del Gobierno de España con los disturbios que se han vivido en Cataluña en los últimos días y que en opinión de Sánchez merecieron otra actuación de los Mossos d´Esquadra, de cuyos mandos se duda y mucho en Madrid.

El PP pide una autoridad funcional para dirigir los Mossos

De hecho, Fernando Grande-Marlaska, el ministro de Interior, ha advertido a Buch, su homólogo catalán, para que los Mossos actúen de acuerdo a sus funciones estatutariamente acordadas ante las alteraciones del orden público que puedan producirse en Cataluña. Y le avisa de que si los Mossos no cumplen con su obligación, intervendrá el Estado con sus fuerzas y cuerpos de seguridad. Al Gobierno no le gustó nada que los Mossos recibieran consignas de inhibirse en los distorbios vividos la pasada semana en Cataluña, especialmente en las autopistas de peaje. Mientras tanto, el Partido Popular insta a Sánchez a que dicte un real decreto en el que se declare que en Cataluña existe una situación de interés para la seguridad nacional y nombre una autoridad funcional con competencias para dirigir actuaciones que velen por los ciudadanos.

Los CDR quieren boicotear el Consejo de Ministros

Es la respuesta del Gobierno de Madrid a las amenazas de los CDR bendecidos por Torra y alentados a "apretar", que han anunciado ya a través de las redes sociales su intención de boicotear el Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona. Una amenaza a la que se suma la posibilidad real de que el día 21 se produzca una huelga general en Barcelona y las acciones que en este momento están planificando la ANC y Òmnium Cultural para hacerse notar en esas fechas. Se trata de una situación prebélica que no cogerá desprevenido al Ejecutivo español.

En los mentideros independentistas se valora como una "provocación" la decisión de Pedro Sánchez de organizar un Consejo de Ministros en Barcelona mientras sus presos suman días con su huelga de hambre. El objetivo es paralizar la ciudad, aunque lo cierto es que los CDR son muy difíciles de armonizar y sus células actúan por libre sin atender a consignas, por lo que resulta complicado establecer una estrategia clara para generar una acción coordinada entre ellos.

Emboscadas a modo de guerrillas

Ante esta situación, las Fuerzas de Seguridad del Estado prevén acciones puntuales por sorpresa a modo de guerrillas distribuidas por toda la ciudad por esas fechas. A la espera de conocer el escenario exacto en donde tendrá lugar el Consejo de Ministros -algo que hasta ahora se ha preferido mantener en secreto- Elisenda Paluzie, la presidenta de ANC, se muestra partidaria de elevar la tensión y renunciar a las tradicionales manifestaciones de lacitos para convocar "en serio" a la población. Se trata de paralizar Cataluña. Todo lo que no sea eso, considera la ANC, sería tanto como aceptar como normalidad la situación de los presos y el acoso que en su opinión está recibiendo Cataluña de España. 

Òmnium y ANC no se ponen de acuerdo con la estrategia

Tomar las calles para ser ingobernables. Esta es la única consigna que los CDR obedecen y están dispuestos a llevar a la práctica hasta las últimas consecuencias. Y Òmnium Cultural, por su parte, ha expresado en las redes sociales su deseo de "salir a la calle el 21-D en un acto político de protesta por la presencia del gobierno español en Barcelona". Queda claro que para ellos el gobierno español no puede reunirse en Barcelona. Desligando sus actuaciones de las que pueda realizar la ANCÒmnium ha dejado patente la desunión que existe entre el independentismo. "No estamos organizando nada con la ANC -han dicho-, ellos hace la suya y nosotros la nuestra, pero no son incompatibles". 

Los presos pueden pagar las consecuencias

Y ERC se suma al ambiente prebélico catalán, aunque "con acciones coordinadas que tengan fuerza" y que en ningún caso pasen por cortar carreteras o ocupar sedes de organismos públicos. En Esquerra Republicana son conscientes de que lo pase estos días en Barcelona puede repercutir negativamente en la solución al tema de los políticos encarcelados, a quien no les conviene pasar por cabecillas de ninguna revuelta.