No podrás evitar emocionarte al escuchar la increíble historia de este perrito llamado Ted.
Al parecer, la mascota no tiene sensibilidad en las dos patitas de atrás, por lo que no las puede usar ni para andar ni para ponerse en pie.
Lejos de convertirse en un perrete que apenas puede moverse y desplazarse hasta donde quiera por sí solo, este se ha ido superando día a día hasta que ha conseguido una total independencia únicamente con sus dos patas delanteras.
Esta es una gran lección de vida que el animal ha dado a la hora de luchar por sus sueños y nunca rendirse.